Preocupación en la Casa Real | La princesa Leonor pasa por un momento delicado de salud y Letizia la mando a terapia
La reina Letizia ha mostrado un firme compromiso con el bienestar emocional de la princesa Leonor durante su formación militar, apoyándola en la gestión de la presión y los desafíos físicos.
La princesa Leonor, heredera al trono español, se encuentra inmersa en una de las etapas más exigentes de su vida como próxima monarca: su formación militar. Desde el pasado 11 de enero, Leonor navega a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, cumpliendo con el segundo año de un plan formativo obligatorio para cualquier futuro jefe de Estado.
Sin embargo, esta experiencia no solo representa un reto académico y profesional, sino también un desafío para su bienestar físico y emocional. Durante la primera semana en alta mar, Leonor enfrentó los efectos del llamado "mal de tierra", un síndrome común entre quienes pasan largos periodos navegando y que ha dejado su salud en un estado delicado.
Mareos, náuseas y una constante sensación de cansancio han acompañado a la princesa, quien además ha tenido que enfrentarse a las estrictas exigencias físicas de la Armada.
La princesa Leonor pasa por un momento delicado de salud y Letizia la mando a terapia
La formación militar de Leonor no ha sido un camino fácil. Desde el inicio, la princesa tuvo que superar numerosas barreras preparándose durante meses para cumplir con los exigentes estándares requeridos. Este esfuerzo no solo implicó sesiones intensas de ejercicio físico con entrenadores de alto nivel, sino también el respaldo de especialistas en salud mental.
Según fuentes cercanas a la Casa Real, la reina Letizia, conocida por su compromiso con la salud mental, jugó un papel clave en este proceso al recomendar a su hija acudir a terapia psicológica. La presión de ser la futura reina, sumada a las duras condiciones de su formación, podrían haber afectado su estabilidad emocional.
Este acompañamiento profesional no solo ha fortalecido a Leonor para enfrentar el día a día en el Elcano, sino que también ha sido un ejemplo de cómo la salud mental debe ser una prioridad en cualquier etapa de la vida.
Los seis meses que Leonor pasará en altamar representan un reto sin precedentes. A pesar de contar con el apoyo de sus compañeros y oficiales, la princesa está sometida a las mismas pruebas y exigencias físicas que los demás cadetes, sin recibir ningún tipo de privilegio. Desde largas jornadas de instrucción hasta la adaptación a condiciones climáticas adversas.
Fuentes cercanas a la Armada han señalado que Leonor ha tenido que realizar ejercicios adicionales para alcanzar los estándares físicos necesarios, lo que ha supuesto un desgaste significativo para su cuerpo. El plan de formación de Leonor no solo tiene como objetivo prepararla militarmente, sino también fortalecer su carácter y habilidades de liderazgo.
Tras completar este segundo año con la Armada, la princesa continuará su formación con el Ejército del Aire. Estos años de disciplina y esfuerzo no solo consolidarán su preparación como reina, sino que también la convertirán en un referente de compromiso y sacrificio para las generaciones más jóvenes.