Pésimas noticias para los inquilinos: los arreglos de la calefacción correrán por su cuenta en estos casos y no podrán reclamarlos al propietario
La normativa sobre reparaciones en viviendas de alquiler establece diferencias según la causa de la avería y el uso de los sistemas.
El invierno puede traer consigo imprevistos, como el mal funcionamiento de la calefacción. Y para muchos inquilinos de España, esto genera una importante duda: ¿quién debe hacerse cargo de los costes de reparación?
En general, la ley establece una clara distinción entre las responsabilidades del propietario y las del inquilino, pero existen matices que es necesario tener en cuenta. La nueva normativa y las circunstancias específicas de cada avería marcan la diferencia en estos casos.
¿Quién es el responsable de la reparación de la calefacción en un alquiler?
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, la responsabilidad de las reparaciones en un alquiler varía dependiendo de la causa de la avería. En el caso de un mal funcionamiento técnico o el desgaste habitual de la calefacción, el arrendador es el encargado de asumir los gastos.
Por el contrario, si el problema es consecuencia de un uso indebido por parte del inquilino, este deberá hacerse cargo de los costes de reparación. Además, las pequeñas reparaciones de bajo coste también pueden ser responsabilidad del inquilino. Es destacable que ambas partes estén al tanto de estos detalles para evitar conflictos.
Alquileres: recomendaciones para evitar conflictos y aclarar responsabilidades
Es fundamental que tanto inquilinos como propietarios tengan en claro quién debe hacerse cargo de las reparaciones para evitar malentendidos y discusiones innecesarias.
Estas son algunos puntos clave:
- Verificar el tipo de avería: si el fallo de la calefacción se debe a un desgaste por uso o fallo técnico, corresponde al arrendador asumir los costes.
- Revisar el seguro de la vivienda: si el inmueble cuenta con un seguro de hogar, es probable que cubra los gastos de reparación, tanto para el arrendador como para el inquilino.
- Comunicación continua: mantener una buena relación y comunicación entre inquilino y propietario es clave para evitar malentendidos.
- Reparaciones pequeñas: el inquilino debe hacerse cargo de las reparaciones menores que no supongan un gasto elevado.