Palo de la Seguridad Social a los jubilados: adiós a cobrar la paga extra de las pensiones
A partir de 2025, un grupo de jubilados en verá un cambio en la forma en que recibe su pensión.
A partir de 2025, un grupo de jubilados en España verá un cambio en la forma en que recibe su pensión. Ya no cobrarán la tradicional paga extra de junio y noviembre, un beneficio que por años ha servido como alivio económico para afrontar gastos adicionales en vacaciones y fiestas.
Sin embargo, esto no significa que sus ingresos anuales disminuyan, sino que el monto total se distribuirá de manera diferente a lo largo del año.
La Seguridad Social ha determinado que ciertas pensiones contributivas se abonen en 12 mensualidades en lugar de 14. Este esquema ya se aplica a algunos pensionistas, pero en 2025 impactará a un mayor número de beneficiarios.
El objetivo es mantener la equidad en el sistema, garantizando que quienes están en esta categoría sigan percibiendo la misma cantidad anual, aunque sin los pagos extraordinarios.
Quiénes perderán la paga extra en 2025
La medida afectará principalmente a quienes reciben pensiones contributivas derivadas de accidentes laborales o enfermedades profesionales.
Esto incluye las pensiones por incapacidad permanente, así como las de viudedad, orfandad y aquellas a favor de familiares, siempre que tengan su origen en un accidente de trabajo o enfermedad profesional. Para estos casos, la paga extra se encuentra prorrateada en los pagos ordinarios.
Si bien estos pensionistas no verán reducido su ingreso total, el hecho de no contar con un refuerzo en los meses de junio y noviembre podría generar dificultades económicas en determinados momentos del año.
La reestructuración de los pagos ha sido justificada como una manera de optimizar la administración de los fondos, pero sigue generando dudas sobre su impacto en la economía personal de los afectados.
Incertidumbre sobre el futuro de las pensiones
Más allá de esta medida, el sistema de pensiones en España enfrenta desafíos estructurales que ponen en riesgo su sostenibilidad a largo plazo.
La jubilación de la generación del "baby boom", unida a la baja natalidad y los altos niveles de desempleo juvenil, incrementan la presión sobre los recursos disponibles. Esto ha llevado al Gobierno y a los expertos a evaluar posibles ajustes adicionales en el futuro.
El debate sobre el modelo de financiación y la viabilidad del sistema se mantiene abierto. Mientras tanto, los pensionistas que se verán afectados en 2025 deberán adaptarse a un esquema de cobro distinto, con ingresos mensuales levemente superiores, pero sin la posibilidad de contar con un refuerzo económico en momentos clave del año.