Carrera espacial

"No veo ningún Dios aquí arriba" | El astronauta que se despachó contra las religiones en el lugar más increíble de todos

¿Qué hay detrás de la polémica frase de un cosmonauta soviético?

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 El cosmonauta soviético Yuri Gagarin, conocido por ser el primer ser humano en el espacio, está asociado con la afirmación de que no vio a Dios durante su histórico vuelo en 1961. 

Sin embargo, esta declaración es controvertida y ampliamente debatida. Contrario a la creencia popular, parece que no fue Gagarin quien dijo "No veo ningún Dios aquí arriba", sino que fue una atribución hecha por Nikita Jrushchov, el líder soviético de la época, quien utilizó la ocasión para promover la propaganda antirreligiosa del régimen.

Cápsula habitable de Vostok 1, usada por Gagarin en su primer y único vuelo orbital. Ahora expuesta en el Museo de RKK Energía, a las afueras de Moscú. (Imagen: Wikimedia Commons)

Un cosmonauta entre la fe y el ateísmo

A pesar de la atmósfera oficialmente atea del estado soviético, Gagarin fue descrito por amigos cercanos y conocidos como un creyente ortodoxo, un aspecto de su vida que mantuvo privado dada la represión hacia la religión por parte del estado. Esta faceta contrasta con la imagen pública que se intentó construir de él, usando su figura para apoyar la ideología secular del régimen.

Contexto histórico y religioso de la cosmonáutica soviética

La relación entre la religión y la ciencia en Rusia durante la era espacial es compleja. Desde los inicios de la cosmonáutica, figuras como Konstantin Tsiolkovsky, quien desarrolló la teoría de la exploración espacial, mezclaban sus investigaciones científicas con profundas creencias religiosas y filosóficas. Este cruce entre la fe y la ciencia fue una característica distintiva de muchos de los pioneros rusos en este campo.


La aparente contradicción entre la fe personal de Gagarin y la propaganda oficial, que lo proyectaba como un icono del ateísmo, refleja las complejidades de la identidad rusa y la interacción entre creencias personales y demandas estatales durante el apogeo de la Guerra Fría

La historia de Gagarin, lejos de ser una simple anécdota sobre la ausencia de Dios en el espacio, revela las tensiones entre el estado, la ciencia y la religión en un momento crítico de la historia humana.

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