No es pescado: este marisco puede ayudar a prevenir los infartos y a bajar de peso

Los españoles suelen consumir mucha cantidad de mariscos. Eso se debe a la ubicación geográfica del país, donde se pueden conseguir frescos y de excelente calidad. Muchos de los platos típicos de las regiones que lindan con el mar o el océano tienen como ingredientes estos frutos de mar.

Entre las diferentes opciones que se pueden encontrar en España, la cigala es una de las más deliciosas. Este crustáceo, que se asemeja a la langosta, es rico en nutrientes beneficiosos para el organismo.

Cuáles son los nutrientes que aporta la cigala

La cigala, como la mayoría de los frutos del mar, son un alimento rico en proteínas y en ácidos grasos omega-3. Aporta una amplia lista de minerales, como calcio, potasio y magnesio.

En cuanto a vitaminas, se destacan aquellas del grupo B (B1, B2, B6, B7, B9 y B12). También aporta vitamina C, D, E, K y A, aunque en menor medida.

También se trata de un alimento de bajo aporte calórico y de grasas, lo cual lo hace ideal para aquellas personas que están haciendo una dieta de control de peso.

Cuáles son los beneficios nutricionales de consumir cigala

Fortalecimiento de tejidos y músculos

La cigala es una fuente excelente de proteínas de alta calidad, fundamentales para el crecimiento y reparación de tejidos, incluidos los músculos.

Ayuda en el control de peso

Al ser bajo en grasas, este marisco es ideal para incluir en dietas destinadas a la pérdida o mantenimiento del peso, sin sacrificar el aporte nutritivo.

Mejora la salud ósea y la función inmune

Las cigalas aportan minerales esenciales como zinc y selenio, que juegan un papel crucial en la salud del sistema inmunológico y en el mantenimiento de huesos saludables.

Soporte para el sistema nervioso y la producción de energía

Gracias a su contenido de vitaminas del grupo B, especialmente la B12, las cigalas contribuyen a la salud del sistema nervioso y a una adecuada producción de energía en el cuerpo.

Promoción de la salud cardiovascular

Aunque en cantidades menores que otros pescados, la presencia de ácidos grasos Omega-3 en las cigalas ayuda a mantener el corazón saludable y a prevenir enfermedades cardiovasculares.