Murió una nueva víctima por el virus del Nilo: ya van 11 fallecidos y es el mayor brote de la historia de nuestro país

El fallecimiento de un hombre de 70 años, residente en la provincia de Sevilla, ha elevado a once el total de víctimas mortales por el virus del Nilo Occidental en Andalucía. Según han informado fuentes de la Consejería de Salud, el hombre, quien presentaba diversas patologías, había sido diagnosticado hace algunos meses y falleció este pasado jueves en el Hospital Virgen del Rocío, donde llevaba ingresado desde junio. El fallecido, vecino de Los Palacios y Villafranca, había estado recibiendo atención en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Este deceso se produce casi dos meses después del fallecimiento de la anterior víctima por el virus, una mujer de 80 años de Coria del Río, diagnosticada en agosto y con patologías previas.

¿Cómo se contagia el virus del Nilo?

El virus del Nilo Occidental (VNO) se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados. Los mosquitos que transmiten este virus, en su mayoría del género Culex, se infectan al picar aves que llevan el virus en su sangre. El ciclo de transmisión es el siguiente:

1. Mosquito-ave-mosquito: El mosquito se infecta al picar a un ave infectada. A continuación, el mosquito puede transmitir el virus a los seres humanos o a otros animales mediante su picadura.

2. Transmisión a humanos y animales: Los seres humanos y los équidos (como caballos) son huéspedes finales del virus. Aunque los humanos pueden contraer la enfermedad, no pueden transmitirla a otras personas.

La transmisión también se facilita mediante la transmisión transovárica, donde el virus pasa de la madre a los huevos y se transmite a la siguiente generación de mosquitos.

Síntomas del virus del Nilo: de leves a graves

En la mayoría de los casos, alrededor del 80%, la infección por el virus del Nilo Occidental es asintomática. Sin embargo, en aproximadamente el 20% de los casos, los afectados pueden experimentar síntomas leves como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas, vómitos, hinchazón de los ganglios linfáticos y erupciones cutáneas. 

En menos del 1% de los casos, la infección puede derivar en enfermedades neurológicas graves, como encefalitis o meningitis, que incluyen fiebre alta, rigidez en el cuello, desorientación, convulsiones, debilidad muscular, pérdida de visión, parálisis y, en casos extremos, la muerte.