MOVER LA CAMA PUEDE SER CATASTRÓFICO | Por qué los científicos no lo recomiendan
Cambiar la disposición de tu cama podría afectar más que solo la estética de tu habitación.
Mover los muebles, especialmente la cama, puede parecer inofensivo o incluso una manera de darle un nuevo aire a tu hogar. Sin embargo, varios estudios y expertos en el tema han sugerido que estos cambios no siempre son positivos para tu bienestar físico y mental. Los científicos advierten que cambiar la posición de tu cama, o su orientación, puede tener efectos inesperados sobre tu salud, el sueño y el flujo de energía en tu hogar.
La influencia de la orientación en el sueño
Diversos estudios sobre el sueño y las energías han destacado la importancia de la orientación de la cama en relación con los campos magnéticos de la Tierra. Según investigaciones y disciplinas como el Feng Shui, dormir con la cabeza orientada hacia el norte puede aumentar el riesgo de problemas de salud relacionados con el flujo sanguíneo y la presión sobre el cerebro, lo que puede ser perjudicial, especialmente en personas mayores.
Mover la cama a una dirección incorrecta puede alterar el equilibrio energético de tu espacio, afectando negativamente tu descanso y bienestar general. Esto se debe a que la orientación afecta la circulación sanguínea y el estado de relajación, dos elementos clave para un sueño reparador. Dormir en una posición desfavorable puede incluso generar mayores probabilidades de insomnio y otros trastornos del sueño, dice el blog de la Clínica Mayo.
Cambios en la disposición y su impacto psicológico
Por otro lado, mover la cama o cambiar los muebles de lugar también puede tener un impacto significativo a nivel psicológico. Según expertos, reorganizar los muebles, especialmente en espacios tan íntimos como el dormitorio, puede generar una sensación de inestabilidad emocional o incluso estrés.
Esto ocurre porque el cerebro tiende a asociar la disposición de los muebles con el confort y la seguridad. Al cambiar esta disposición, se altera también la percepción del espacio y el control que sentimos sobre él, apuntan desde el Colegio de Psicólogos de la Argentina.
Sin embargo, algunos argumentan que, bajo ciertas circunstancias, mover los muebles puede traer beneficios psicológicos, como una sensación de renovación. Esto puede ser positivo si se está buscando un cambio emocional o energético, pero los expertos advierten que no siempre es la mejor opción cuando se trata de la cama.
Consecuencias a largo plazo de cambiar la cama de lugar
Más allá de los efectos inmediatos, los científicos destacan que mover la cama puede llevar a consecuencias físicas y emocionales a largo plazo. Un mal descanso, provocado por una orientación incorrecta, puede impactar la salud cardiovascular y generar problemas como hipertensión o problemas vasculares. Estos riesgos aumentan si la cama se coloca en posiciones que obstaculizan el flujo de energía y la circulación adecuada durante el descanso.
Por lo tanto, antes de tomar la decisión de reorganizar los muebles de tu habitación, es importante considerar tanto los aspectos físicos como psicológicos que podrían verse afectados.