¿Lo sabías? Hacer la cama todos los días puede ser perjudicial para tu salud
Un hábito cotidiano que podría estar afectando tu bienestar sin que lo sepas.
Para muchos, hacer la cama al levantarse es una rutina ineludible que simboliza orden y disciplina. Sin embargo, estudios recientes sugieren que este hábito podría tener efectos negativos en la salud. La clave radica en la proliferación de ácaros del polvo, microorganismos que encuentran en las camas un ambiente propicio para su desarrollo.
Los ácaros del polvo son organismos microscópicos que se alimentan de las células muertas de la piel humana. Durante la noche, el cuerpo humano libera humedad a través del sudor, creando un entorno cálido y húmedo ideal para estos ácaros. Al hacer la cama inmediatamente después de levantarse, se atrapa esta humedad, favoreciendo la proliferación de estos microorganismos.
Según un estudio de la Universidad de Kingston, dejar la cama sin hacer permite que las sábanas se ventilen, reduciendo la humedad y, por ende, la población de ácaros.
Impacto en la salud respiratoria
La presencia de ácaros en la cama puede desencadenar diversas afecciones respiratorias. Estos microorganismos son una causa común de alergias, manifestándose en síntomas como estornudos, congestión nasal y picazón en los ojos. Además, pueden agravar condiciones como el asma.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) señala que la exposición continua a los ácaros del polvo puede empeorar los síntomas en personas con enfermedades respiratorias preexistentes.
Es importante destacar que, aunque dejar la cama sin hacer puede reducir la humedad y, por ende, la cantidad de ácaros, no elimina por completo su presencia. Por ello, se recomienda complementar esta práctica con una adecuada higiene del dormitorio, incluyendo el lavado frecuente de la ropa de cama y la ventilación diaria de la habitación.
Beneficios psicológicos de hacer la cama
A pesar de los posibles riesgos para la salud, hacer la cama también tiene beneficios, especialmente en el ámbito psicológico. Este sencillo acto puede generar una sensación de orden y control, contribuyendo a reducir el estrés y la ansiedad. Según la psicóloga Eva Hidalgo, comenzar el día con una tarea completada, como hacer la cama, puede fomentar la productividad y mejorar el estado de ánimo.
Además, una cama bien hecha puede mejorar la calidad del sueño al proporcionar un entorno más acogedor y confortable. La percepción de un espacio ordenado puede influir positivamente en la salud mental, promoviendo una sensación de bienestar general.
Recomendaciones para un equilibrio saludable
Para equilibrar los beneficios psicológicos de hacer la cama y los riesgos asociados a la proliferación de ácaros, los expertos recomiendan seguir ciertas prácticas:
Ventilar la cama: al levantarse, es aconsejable dejar la cama deshecha durante al menos 30 minutos para permitir que la humedad se evapore. Esto crea un ambiente menos propicio para los ácaros.
Lavar la ropa de cama regularmente: se recomienda lavar las sábanas y fundas de almohada una vez a la semana con agua caliente para eliminar ácaros y otros alérgenos.
Mantener una buena higiene del dormitorio: aspirar el colchón y limpiar el polvo de las superficies regularmente ayuda a reducir la acumulación de alérgenos.
Entonces, aunque hacer la cama es una práctica que aporta beneficios psicológicos y contribuye al orden del hogar, es fundamental considerar los posibles efectos en la salud respiratoria. Adoptar hábitos como ventilar la cama y mantener una higiene adecuada del dormitorio puede ayudar a minimizar los riesgos asociados a la proliferación de ácaros, permitiendo disfrutar de un entorno más saludable y confortable.