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Lo importante es no ser la persona que eras hace 20 años: la clave para ser feliz de un experto de Harvard

Arthur Brooks, catedrático de Harvard, comparte reflexiones sobre cómo alcanzar una vida plena en el presente.

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En un mundo que parece obsesionado con el éxito material y el reconocimiento público, Arthur Brooks, catedrático de liderazgo en la Harvard Kennedy School y profesor en la Harvard Business School, propone un enfoque distinto para alcanzar la felicidad auténtica. Durante una conversación en el programa Col.lapse con Ricard Ustrell, Brooks desgranó las claves que, según sus investigaciones, permiten a las personas sentirse plenas y satisfechas con sus vidas.

Lejos de fórmulas mágicas o soluciones instantáneas, Brooks sugiere una mirada introspectiva y pragmática hacia el presente y el futuro, dejando de lado el peso del pasado. Pero, ¿cómo se traduce esto en acciones concretas?

El peligro de aferrarse al pasado

Uno de los pilares de la filosofía de Brooks es la necesidad de dejar de intentar ser la persona que éramos hace 20 años. Según explica, muchas personas caen en la trampa de comparar su presente con una versión idealizada de sí mismos en el pasado, lo que genera frustración y desaliento.

En lugar de eso, recomienda enfocar los esfuerzos en construir un futuro más significativo. "La satisfacción en la vida no proviene de tener más cosas, sino de aprender a querer menos", afirma el experto. Esta idea va en contra de la narrativa consumista dominante, pero es esencial para encontrar un equilibrio emocional duradero.

Lo importante es no ser la persona que eras hace 20 años: la clave para ser feliz de un experto de Harvard. (Imagen: archivo)

Además, Brooks advierte sobre el peligro de acumular posesiones y logros sin un propósito claro. La búsqueda constante de "más" rara vez lleva a una sensación de plenitud, sino que perpetúa un ciclo de insatisfacción constante.

Relaciones: las raíces que sostienen la vida

Brooks utiliza una poderosa metáfora para ilustrar su visión: los seres humanos somos como árboles. Mientras que muchas personas dedican su tiempo a lucir hojas brillantes -éxitos, reconocimiento, logros visibles-, olvidan que las raíces, es decir, las relaciones personales significativas, son las que realmente sostienen la vida.

"Si al final no tienes éxito profesional, lo único que te quedará serán tus relaciones", sostiene Brooks. Para él, cultivar amistades, cuidar a la familia y mantener vínculos auténticos son inversiones emocionales más valiosas que cualquier logro material.

Este enfoque refuerza la idea de que la felicidad verdadera no es un destino final, sino un estado que se construye día a día a través de interacciones genuinas con las personas que nos rodean.

El amor como última certeza

En sus reflexiones finales, Brooks pone el foco en el amor como la última pieza del rompecabezas. Según sus palabras, "el último día de tu vida, lo único que te quedará será el amor".

El experto enfatiza que, sin amor, cualquier otro logro pierde sentido. Ya sea en forma de relaciones románticas, amistades profundas o el amor hacia uno mismo, este sentimiento es el núcleo central de una vida plena.

Brooks no habla únicamente del amor como una emoción pasiva, sino como una acción consciente y diaria. Se trata de dar y recibir, de estar presente para los demás y de valorar los momentos compartidos.

Un cambio de mentalidad necesario

Las claves que comparte Arthur Brooks no son fórmulas infalibles ni atajos hacia la felicidad, sino invitaciones a reflexionar sobre nuestras prioridades. Vivir anclados en el pasado, acumular bienes materiales sin propósito, y descuidar las relaciones humanas son errores comunes que todos, en mayor o menor medida, cometemos.

Sin embargo, la solución está al alcance de todos: mirar hacia adelante, simplificar la vida y colocar el amor y las relaciones en el centro de nuestras prioridades. Como bien señala Brooks, la verdadera felicidad no es un destino al que se llega, sino una forma de viajar.

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