Las patatas se mantienen frescas si las guardas en este lugar que muchos ignoran: ¿cuál es?
Descubre cómo mantener las patatas frescas por más tiempo. ¿Qué debes hacer?
En muchos hogares se suele cometer el error de guardar las patatas en el lugar incorrecto, lo que provoca que el saco se llene de brotes tras pocos días de haberlo comprado. Sin embargo, la clave para prevenirlo no radica en la compra, sino en la manera de conservarlas. Y la solución se encuentra en un sitio que muchos pasan por alto.
Por años, se ha difundido la idea de que guardar papas en la nevera es un error, pues el frío alteraría su estructura. Se creía que bajando la temperatura, el almidón se convertiría en azúcar, provocando un sabor más dulce y una textura menos adecuada al cocinarlas. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que esta transformación es mínima y que, si se almacenan apropiadamente, las papas se conservan mucho mejor en el refrigerador que en un ambiente cálido.
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Temperatura y luz: dos factores determinantes
Las papas son especialmente vulnerables a dos aspectos: la temperatura y la iluminación. A temperatura ambiente, sobre todo en cocinas cálidas, estos tubérculos germinan rápidamente, generando brotes que alteran su calidad. En contraste, en un entorno fresco y oscuro, este fenómeno se ralentiza drásticamente, permitiendo que las papas permanezcan en buen estado durante mucho más tiempo.
Por ello, es importante guardarlas correctamente. No basta con colocarlas en el refrigerador sin más. Lo recomendable es almacenarlas en una bolsa de papel o de malla, lo que permite su ventilación y previene la acumulación de humedad.
Hay que tener cuidado con lo que está al lado
Otro punto a tener en cuenta es la proximidad con otros alimentos. Las patatas nunca deben almacenarse junto a cebollas o ajos, ya que estos liberan gases que aceleran su deterioro. Este es un error común en muchas cocinas, donde se tiende a guardar estos productos juntos en la despensa.
Además, aunque el frigorífico ayuda a prolongar su vida útil, no significa que las patatas puedan almacenarse indefinidamente. Con el tiempo, incluso bajo las mejores condiciones, perderán firmeza y sabor. Por ello, lo recomendable es consumirlas en un plazo de varias semanas y no olvidar revisar periódicamente su estado.