La OCU alerta sobre la presencia de "miel fraudulenta": contiene ingredientes prohibidos o no cumplen con los estándares de calidad
La OCU advierte sobre la calidad de la miel en Europa, destacando un preocupante aumento en productos adulterados que afectan tanto a consumidores como a apicultores.
La miel es un alimento presente en la mayoría de los hogares españoles, apreciada por su sabor, versatilidad y propiedades saludables. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una alerta sobre una miel fraudulenta.
Se trata de una parte significativa de la miel comercializada en Europa, que podría estar adulterada. Según informes recientes de la Comisión Europea, casi la mitad de las muestras analizadas contienen ingredientes no permitidos o no cumplen con los estándares de calidad exigidos.
OCU: alerta sobre la miel fraudulenta en Europa
El problema del fraude en la miel afecta tanto a los consumidores como a los apicultores. Europa no produce suficiente miel para satisfacer la demanda interna, lo que obliga a importar grandes cantidades desde otros países, principalmente de China y Turquía. Sin embargo, muchas de estas importaciones no cumplen con las normativas europeas.
Este problema ha ido en aumento, mientras que en 2018 un 20% de la miel analizada no cumplía con la normativa, en 2021 y 2022 el porcentaje ascendió hasta el 46%.
En España, la situación es aún más alarmante. Según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el 51% de las mieles importadas analizadas no eran auténticas. Esto no solo engaña a los consumidores, sino que también perjudica a los apicultores locales, que deben competir con productos de menor calidad y precio.
Consejos para identificar miel de calidad
Ante esta situación, es fundamental que los consumidores estén informados para identificar productos auténticos y de calidad.
La adición de jarabes de glucosa y fructosa es la principal técnica de adulteración. (Foto: archivo)
Algunas recomendaciones clave:
Revisar el etiquetado: asegúrate de que la etiqueta indique claramente el país de origen de la miel.
Preferir miel local: opta por mieles con Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP), como la Miel de La Alcarria, Miel de Granada o Miel de Galicia.
Observar la textura: la miel pura tiende a cristalizarse con el tiempo, mientras que la adulterada suele permanecer líquida de forma artificial.
Comprobar el sabor y aroma: la miel auténtica tiene un sabor y aroma intensos, característicos de la flor de la que procede.
Evitar precios excesivamente bajos: si el precio es muy inferior al habitual, puede ser un indicio de adulteración.