Hallazgo extraordinario: tenía 51 años, estaba de baja laboral y encontró un tesoro de 7 millones de euros que le cambió la vida
La vida está llena de sorpresas, y a veces, un simple paseo puede transformar por completo el destino y la billetera de una persona.
La vida está llena de sorpresas, y a veces, un simple paseo puede transformar por completo el destino de una persona. Eso fue lo que le ocurrió a Erlend Bore, un noruego de 51 años que, mientras disfrutaba de un día tranquilo durante su baja laboral, encontró un tesoro valorado en 7 millones de euros. Este hallazgo extraordinario no solo cambió su vida, sino que también dejó a los expertos en arqueología maravillados por su importancia histórica.
La historia comienza con Bore, quien había solicitado la baja laboral por problemas de salud. Para despejar la mente, decidió salir a caminar por un bosque cercano a su casa, ubicado en la isla de Rennesøy, al suroeste de Noruega.
Lo que podría haber sido un paseo rutinario se convirtió en una aventura extraordinaria gracias a su afición por la arqueología. Equipado con un detector de metales, herramienta que utilizaba en su tiempo libre, Bore se adentró en la naturaleza sin imaginar lo que estaba por encontrar.
En medio de su búsqueda, el detector emitió una señal que lo llevó a excavar cuidadosamente en el suelo. Allí, escondido bajo capas de tierra, encontró una colección de joyas y objetos de oro que lo dejaron sin palabras: tres anillos, varias perlas y nueve medallones que datan del año 500 d.C.
"Al principio pensé que se trataba de una broma o, peor aún, de monedas de chocolate como las que compramos para los niños", relató Bore a los medios locales. Sin embargo, la calidad de los objetos lo llevó a contactar con arqueólogos de la región para confirmar su autenticidad.
Un tesoro de incalculable valor histórico y cultural
El análisis de expertos no tardó en llegar, y el resultado fue sorprendente. Las piezas eran auténticas y pertenecían a la época de los dioses nórdicos, un periodo crucial en la historia de Noruega. Los arqueólogos determinaron que los objetos eran en su mayoría bracteatos, grandes medallones utilizados en ceremonias religiosas para rendir homenaje a las deidades, en especial al dios Odín.
Además de su función espiritual, estas joyas destacaron por su intrincado diseño, obra de los joyeros más talentosos de la época. Las inscripciones y símbolos en las piezas proporcionan información valiosa sobre la mitología y las tradiciones de los pueblos nórdicos hace más de 1500 años.
"Este hallazgo es uno de los más importantes en la historia de Noruega," afirmó un portavoz del museo arqueológico de Stavanger, que ahora custodiará las reliquias.
Las leyes noruegas y el futuro del tesoro
Aunque Erlend Bore fue el descubridor, las leyes noruegas establecen que cualquier objeto arqueológico que date de antes de 1537 pasa automáticamente a ser propiedad del Estado. Esta normativa busca proteger el patrimonio cultural del país, asegurando que los hallazgos históricos permanezcan en instituciones públicas para su conservación y estudio.
A cambio, Bore recibirá una compensación económica del 15% del valor estimado del tesoro, lo que equivale a 1.050.000 euros. Si bien es una cifra considerable, queda muy por debajo de los 7 millones de euros en los que los expertos han valorado las piezas.
¿Cómo cambia la vida tras un descubrimiento así?
Para Bore, este hallazgo no solo le proporcionará un respaldo económico, sino también un reconocimiento histórico. Aunque no podrá quedarse con las piezas, su descubrimiento ya forma parte de la historia de Noruega y ha despertado un renovado interés en la arqueología y la historia local.
El propio Bore ha confesado que este hallazgo lo ha inspirado a dedicar más tiempo a su afición por los tesoros antiguos, una pasión que ahora comparte con un público más amplio gracias a la repercusión de su historia.