Pedido

Fuera del Vaticano | El Papa León XIV convoca solo a los católicos de Oriente: "El futuro de la Iglesia está..."

Un llamado inesperado que reaviva el protagonismo espiritual de las Iglesias orientales.

En esta noticia

Durante siglos, el peso simbólico y político de Roma marcó el pulso de la cristiandad. Pero en tiempos de fracturas globales, el Vaticano parece mirar hacia donde aún late una fe resistente, antigua, tenaz. Esta semana, el Papa León XIV sorprendió con un gesto poco habitual: dirigirse exclusivamente a los católicos orientales, reconociendo su papel como columna vertebral de una Iglesia en crisis.

En un discurso pronunciado durante su encuentro con los representantes del Consejo de las Iglesias Católicas Orientales, el Pontífice afirmó que "el futuro de la Iglesia está en sus manos", una frase que no tardó en generar impacto entre teólogos, analistas y fieles de todo el mundo. El mensaje fue difundido por Vatican News en una nota oficial.

Una Iglesia que resiste en la periferia

Frente al avance de la secularización en Europa y el desencanto de muchas comunidades occidentales, el Papa puso el foco en las Iglesias orientales católicas, muchas de las cuales subsisten en contextos de guerra, persecución o pobreza. A pesar de ello, sostuvo León XIV, "conservan una vitalidad espiritual ejemplar".

 Frente al avance de la secularización en Europa y el desencanto de muchas comunidades occidentales, el Papa puso el foco en las Iglesias orientales católicas. (Imagen: archivo)

El Pontífice no solo elogió su resistencia histórica, sino también sus tradiciones litúrgicas, su diversidad cultural y su fidelidad a Roma pese a siglos de tensiones. Hizo un llamado a los obispos latinos para que reconozcan y respeten la autonomía y la riqueza de estas comunidades, especialmente aquellas que conviven con realidades musulmanas, ortodoxas o en plena diáspora.

Ayuno, penitencia y unidad en tiempos oscuros

Uno de los puntos más destacados fue el énfasis en las formas orientales de espiritualidad, como el ayuno, la penitencia y la oración continua. Según León XIV, esos caminos, hoy marginales en Occidente, deben ser recuperados como eje de un renacer eclesial.

Además, el Papa subrayó la necesidad de construir puentes entre Oriente y Occidente, no desde la hegemonía romana, sino desde la reciprocidad y el respeto mutuo. "La unidad no se impone, se construye caminando juntos", dijo. Su discurso fue interpretado como una señal de apertura a nuevas formas de sinodalidad, donde la voz de las Iglesias orientales gane espacio.

 Al centrar su atención en las Iglesias que sobreviven en las fronteras geográficas y espirituales del catolicismo, León XIV parece decir que allí, y no en los salones del poder eclesiástico occidental, puede surgir el futuro. (Imagen: archivo)

Una advertencia al mundo católico

El gesto del Papa no es solo simbólico: es también una advertencia. Al centrar su atención en las Iglesias que sobreviven en las fronteras geográficas y espirituales del catolicismo, León XIV parece decir que allí, y no en los salones del poder eclesiástico occidental, puede surgir el futuro. Un futuro menos acomodado, pero más arraigado en la fe y en la comunidad.

Si esta apuesta tendrá consecuencias concretas aún está por verse. Pero el mensaje ya circula, cargado de historia y de política vaticana: en la periferia arde el centro.

Temas relacionados
Más noticias de Vaticano