Sorprendente

Este niño de 11 años vivió dos años solo: iba a la escuela y comía alimento de lata

La historia desgarradora de un niño de 11 años que sobrevivió solo durante dos años tras la partida de su madre y cómo la comunidad finalmente intervino.

Esta es la conmovedora historia de un niño de 11 años que enfrentó desafíos extraordinarios durante un período de dos años, aproximadamente entre 2020 y 2022. A simple vista, parecía un niño escolarizado y bien cuidado, con un desempeño académico destacado en las aulas. Sin embargo, detrás de esta fachada, su vida en casa era un relato de supervivencia en condiciones desgarradoras. 

Vivía en un apartamento en condiciones precarias, desprovisto de calefacción y se enfrentaba a la dura realidad de bañarse con agua fría. Su dieta consistía principalmente en dulces, latas de comida y las ocasiones en las que algunos vecinos le brindaban algo de sustento.

La historia toma un giro aún más desgarrador cuando se revela que este niño estuvo solo en su vivienda durante estos dos años, después de que su madre abandonara el hogar. La madre, enfrentando las consecuencias de sus acciones, fue condenada por el tribunal de Angulema a una pena de 18 meses de prisión, de los cuales seis serán cumplidos con un brazalete electrónico. Además de esta sentencia, se le prohíbe ver a su propio hijo.

Este hecho ocurrió en Nersac, una localidad ubicada en el suroeste de Francia. (Imagen: Wikimedia Commons / Jack ma)

Los detalles impactantes de esta historia fueron revelados por el periódico Charente libre. Aunque madre e hijo vivían en Nersac, una localidad en el suroeste de Francia, la madre decidió abandonar la casa en la que residían y trasladarse a Sireuil, a unos pocos kilómetros de distancia. A pesar de llevarle comida ocasionalmente, no compartía la vivienda con su hijo ni lo acompañaba en su rutina escolar. 

Estos hechos se confirmaron mediante registros telefónicos y la inspección de la vivienda por parte de las autoridades, que encontraron el frigorífico vacío y ninguna señal de vida adulta en la casa. Los vecinos también corroboraron que el niño vivía solo en la residencia, a pesar de las negaciones de la madre durante su declaración ante el juez.

Lo que resulta aún más sorprendente en esta historia es que nadie se percató de las condiciones en las que vivía este niño ni denunció la situación durante esos dos años. En la escuela, su buen desempeño académico camuflaba su difícil realidad, ya que ningún profesor sospechaba lo que ocurría en su hogar. Fue un vecino anónimo quien finalmente alertó a la policía sobre la situación, marcando un punto de inflexión en la vida de este valiente niño.

En la escuela, el buen desempeño académico del niño camuflaba su difícil realidad. (Imagen: Pixabay)

El tutor del niño describió su madurez y resiliencia excepcionales, mientras que la alcaldesa de Nersac, Barbara Coutourier, expresó su asombro ante la dificultad de detectar esta situación. Esta historia nos recuerda la importancia de estar atentos a las señales de necesidad y sufrimiento de los niños, incluso cuando parecen estar prosperando en otros aspectos de sus vidas.

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