Estas viviendas no se podrán vender o alquilar desde 2030: por qué
Ya en diciembre de 2023 el porcentaje de venta de viviendas bajó un 15,6% según los datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Por qué podría pronunciarse más.
En España la venta de viviendas se encuentra a la baja. Ya en diciembre de 2023 el porcentaje bajó un 15,6% según los datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Pero podría volverse aún más pronunciada por los nuevos requisitos para alquilar o poner en venta un inmueble, desde el 2030. A qué se debe.
Viviendas: qué cambiará en compras y alquileres desde 2030
Al finalizar el 2023, el número de viviendas en España se situaba cerca de las 27 millones, según indica el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, un 3,2% más que el 2022.
De esa cifra, según el INE, más de 19,3 millones fueron considerados hogares. Ambas cifras registran tendencia al alza en los próximos años. Aun así, se va a tener que hacer frente a una nueva situación a partir del 2030.
Es que, desde entonces, según establece la regulación europea, las viviendas que se quieran vender o alquilar deberán obtener, como mínimo, una calificación de "E", en lo que a eficiencia energética se refiere.
Viviendas: las reformas que deberán hacerse desde 2030
Desde el 2013, para poder vender o alquilar un piso o una casa, las viviendas necesitan de manera obligatoria contar con un certificado de eficiencia energética.
El documento se deberá compartir con los posibles arrendatarios o compradores y, en caso de no tenerlo, podría acarrear sanciones.
El sistema es sencillo, con una nota que, en función de distintos aspectos como el consumo de energía o las emisiones de CO2, valorará la huella energética del inmueble de la A a la G: siendo la A la mejor calificación y la G la peor.
En el caso de la nueva regulación para la región, la mínima calificación necesaria para vender o alquilar será una E. En este sentido, España se encuentra en problemas dado que, según Andimac, la Asociación que representa a la distribución profesional de materiales para la edificación y rehabilitación, el 83% de las viviendas no llegan a ese nivel.
Es decir: ocho de cada diez no cumplen con esos requisitos mínimos que se establecen desde Bruselas, sino que su calificación es de F o G, las dos peores. Además, tres años después el mínimo ascenderá a D.
Dada la situación, los propietarios actuales como los constructores deberán poner manos a la obra desde ahora en vistas de los ambiciosos objetivos en materia de eficiencia energética y la situación habitacional.