El Papa Francisco reveló cuáles son los cristianos que verán a Dios: "Sólo quienes tienen..."
Conoce cuál es la palabra de Dios para que te guíe este sábado y la prédica del papa Francisco.
Cada día, desde la página oficial del Vaticano, se difunden enseñanzas basadas en las Santas Escrituras, buscando guiar a los seguidores de Cristo en su caminar espiritual. Estas reflexiones proponen versículos bíblicos y temas que invitan a los creyentes a meditar y a fortalecer su fe en Dios.
Además, en la prédica del día, el papa Francisco, en su homilía, enfatiza que la humildad y la sencillez son esenciales para recibir la revelación divina y conocer al Padre, destacando que este don está destinado a quienes tienen un "corazón como los pequeños".
La prédica del papa Francisco para este sábado
El papa Francisco, en su reciente homilía, reflexionó sobre la importancia de la humildad y la sencillez en la vida espiritual. Destacó que "Él nos hace conocer al Padre" y que esta revelación divina no está reservada para los sabios y entendidos, sino que es un don para aquellos que tienen un "corazón como los pequeños".
Esta enseñanza se basa en las palabras de Jesús en el Evangelio de San Lucas, donde se agradece al Padre por revelar sus misterios a los humildes. "Por ello sólo quienes tienen el corazón como los pequeños son capaces de recibir esta revelación. Sólo el corazón humilde, manso, que siente la necesidad de rezar, de abrirse a Dios, que se siente pobre", señaló.
En su mensaje, enfatizó que la verdadera comprensión de la vida interior de Dios se encuentra en la sencillez y en la disposición a reconocer nuestra propia pobreza espiritual. "Sólo quien camina con la primera bienaventuranza: los pobres de espíritu", afirmó el Papa.
Francisco invitó a los fieles a cultivar un corazón que busque la cercanía con Dios, recordando que la revelación divina es un regalo que se ofrece a quienes se acercan con humildad. Al concluir su homilía, el Papa instó a todos a abrirse a esta gracia.
La lectura de la Biblia para este sábado
Job 42, 1-3. 5-6. 12-16
Job le dijo al Señor: "Reconozco que lo puedes todo y que ninguna cosa es imposible para ti. Era yo el que con palabras insensatas empañaba la sabiduría de tus designios; he hablado de grandezas que no puedo comprender y de maravillas que superan mi inteligencia. Yo te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto ya mis ojos; por eso me retracto de mis palabras y me arrepiento, echándome polvo y ceniza".
El Señor bendijo a Job al final de su vida más que al principio: llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras. Tuvo siete hijos y tres hijas; la primera se llamaba Paloma, la segunda Canela y la tercera Azabache. No había en todo el país mujeres más bellas que las hijas de Job. Su padre les asignó una parte de la herencia, al igual que a sus hermanos.
Y Job vivió hasta los ciento cuarenta años y vio a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos. Murió anciano y colmado de años.
El evangelio para el sábado, 5 de octubre de 2024
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 17-24
En aquel tiempo, los setenta y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre". Él les contestó: "Vi a Satanás caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo y nada les podrá hacer daño. Pero no se alegren de que los demonios se les sometan. Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo".
En aquella misma hora, Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó: "¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron".
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