El papa Francisco habló de la Virgen María y sorprendió a todos: "No es..."
El pontífice ha dejado este mensaje en el Ángelus de esta semana, llamado "Solemnidad de la Asunción".
El papa Francisco envía habitualmente mensajes sobre distintos tópicos o situaciones de la actualidad a los fieles de la Iglesia Católica. Esta semana ha sorprendido al referirse a la figura de la Virgen María.
"No es una estatua inmóvil. En ella podemos ver a una hermana", sostuvo el pontífice en el Ángelus del domingo.
Qué dijo el papa Francisco sobre la Virgen María
"No debemos imaginar a María como a una 'inmóvil estatua de cera', sino que en ella podemos ver a una hermana, con las sandalias gastadas y con tanto cansancio por haber caminado tras el Señor y al encuentro de sus hermanos y hermanas", expresó el papa Francisco.
"Concluyendo luego su viaje en la gloria del Cielo", agregó en su discurso el pontífice.
El pontífice ha dejado este mensaje en el Ángelus del domingo, Solemnidad de la Asunción. Allí describió a la Santísima Virgen con estas palabras: "Aquella que nos precede en el camino, recordándonos a todos que también nuestra vida es un viaje".
Según ha detallado, se trata de un viaje continuo hacia el "horizonte del encuentro definitivo". En esa línea, el Papa exhortó a los fieles a rezar para que la Virgen "nos ayude a ir en este viaje hacia el encuentro definitivo con el Señor".
"María siempre en camino siguiendo a Jesús"
De acuerdo con la difusión de Vatican News, el papa Francisco apuntó al Evangelio de la Liturgia de ese día, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María. "Contemplamos a la joven muchacha de Nazaret que, recién recibido el anuncio del Ángel, se pone en camino para visitar a su prima Isabel", relató.
A partir de ese fragmento, el Papa Francisco explicó que significa que María no considera un privilegio la noticia recibida del Ángel, sino que, por el contrario, deja su casa y se pone en camino, con la prisa de quien desea anunciar a los demás esa alegría y con el afán de ponerse al servicio de su prima.
Este primer viaje, en realidad, es una metáfora de toda su vida, porque a partir de ese momento, María estará siempre en camino siguiendo a Jesús, como discípula del Reino, según ha recordado.
"Y, al final, su peregrinación terrena termina con su Asunción al Cielo, donde, junto a su hijo, goza para siempre de la alegría de la vida eterna", concluyó.