El país de Europa que logra crear energía eléctrica a partir de un raro compuesto químico: cambia todo lo que sabemos sobre energías renovables
Un país europeo está cambiando todo lo que sabemos sobre las energías renovables en el continente.
La transición energética está en marcha y promete revolucionar la forma en que generamos energía eléctrica. Aunque en el pasado las energías renovables más conocidas han sido la solar, la eólica y la mareomotriz, un nuevo proyecto está llevando la innovación un paso más allá en un país de Europa. En Dinamarca, tres grandes empresas se han unido para crear algo completamente nuevo: un compuesto químico capaz de producir energía.
Este avance podría transformar para siempre el panorama de las energías limpias y poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles.
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Una alianza histórica de gigantes daneses
El proyecto, que está marcando el futuro de las energías renovables, es el resultado de la colaboración entre tres grandes empresas danesas: Topsoe, Skovgaard Energy y Vestas.
Su objetivo es desarrollar una planta capaz de producir amoniaco verde, una fuente de energía revolucionaria que promete reemplazar a los combustibles fósiles en muchos sectores industriales.
El amoniaco verde tiene varias ventajas: es carbono neutral, se obtiene de fuentes limpias y tiene un mayor contenido energético que los combustibles tradicionales. Gracias a su capacidad para ser producido sin generar emisiones de CO2, se posiciona como un candidato ideal para impulsar la transición energética global.
Dinamarca lidera la transición energética global. (Foto: Pixabay)
La planta de amoniaco verde, ubicada en Dinamarca, es la primera en el mundo que utiliza energía eólica y solar para producir este amoniaco, evitando la emisión de más de 8200 toneladas de CO2 al año.
La innovación de la planta de amoniaco verde
Lo que realmente diferencia a esta planta de cualquier otra es su enfoque dinámico. A diferencia de otras instalaciones que dependen de fuentes de energía constantes, este lugar, conocido como la planta de Ramme, está directamente conectado a fuentes renovables, y se adapta a la variabilidad de la producción de energía solar y eólica.
Esta flexibilidad permite la producción continua de amoniaco verde sin necesidad de almacenar hidrógeno o baterías, lo que reduce significativamente los costos de producción y facilita su manufactura a nivel industrial.
La electrólisis es el proceso clave de este sitio. Utiliza hidrógeno producido a partir de energía renovable, que luego se combina con nitrógeno extraído del aire mediante un proceso llamado síntesis de Haber-Bosch. Gracias a esta tecnología, el amoniaco verde se produce de manera rentable y eficiente, abriendo la puerta a su implementación en la industria.
Dinamarca lidera la transición energética global
El éxito de esta planta de amoniaco verde no solo representa un avance tecnológico para Dinamarca, sino que también subraya el compromiso del país con la descarbonización y la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Este proyecto pionero en Dinamarca es solo el comienzo de lo que podría ser una revolución en la industria energética mundial. Si esta tecnología se expande, el amoniaco verde podría convertirse en una de las soluciones más viables para un futuro energético más sostenible, y podría transformar la industria tal como la conocemos.