El hábito más fácil y práctico para mejorar la calidad del sueño, según un estudio
Mediante la incorporación de esta costumbre se pueden lograr horas más placenteras y relajantes al momento de dormir.
Para llevar una vida sana y equilibrada existen hábitos que ayudan a lograrlo, muchos de ellos son sencillos y altamente eficaces. Uno de ellos es la clave para mejorar la calidad del sueño, según un nuevo e interesante estudio.
La rutina y las responsabilidades diarias pueden ser obstáculos para lograr horas de sueño de calidad, pero esto puede contrarrestarse a partir de la incorporación de rutinas de ejercicio físico, lo cual trae aparejado algunos beneficios para dormir. Estos son:
- Profundiza el sueño
- Disminuye la somnolencia diurna
- Reduce la dependencia de somníferos.
¿De qué se trata este estudio que relaciona el hábito de hacer ejercicio con la calidad del sueño?
Un reciente estudio, realizado en Nueva Zelanda, exploró la relación entre el ejercicio físico y la mejora del sueño, involucrando a 28 participantes, mayoritariamente mujeres de entre 19 y 39 años.
Los criterios para participar incluían:
- No fumar
- No tomar medicamentos que influyeran en la glucosa o los triglicéridos
- No tener intolerancias alimentarias.
Además, todos los participantes pasaban más de cinco horas sentados durante el día y al menos dos horas por la noche. El objetivo era analizar si interferir ese tiempo sentados con ejercicios de resistencia influía o no al momento de dormir.
Se hicieron dos grupos: uno hacía ejercicios y luego se sentaba, mientras que el otro hacía lo mismo en orden inverso, con un intervalo de al menos seis días entre las sesiones. También se estandarizaron las comidas y se evitó la actividad física intensa antes de cada intervención.
¿Cuáles fueron los resultados de este estudio sobre el ejercicio físico y la calidad del sueño?
Los resultados del estudio revelaron que, tras realizar los ejercicios, los participantes durmieron un promedio de 29,3 minutos más en comparación con las noches en que estuvieron sentados sin interrupciones.
A modo de conclusión, el experimento subraya cómo una rutina breve de ejercicios durante la noche no solo mejora la calidad del sueño, sino que también contribuye a una mejor salud física en general.