El descubrimiento que lo cambiará todo: hallan restos únicos de un dinosaurio herbívoro de hace más de 100 millones de años
Se trata de un hallazgo sin precedentes. Los investigadores destacaron la extraordinaria riqueza paleontológica de las piezas.
La campaña de excavaciones paleontológicas en la sierra de la Demanda (Burgos) ha sacado a la luz restos de un anquilosaurio -un cuadrúpedo herbívoro con una armadura corporal- millones de años más antiguos que la especie descrita en Teruel, además de un dinosaurio ornitópodo, con una espina dorsal de dimensiones excepcionales.
El Colectivo Arqueólogico y Paleontológico de Salas de los Infantes, impulsor del proyecto científico, ha indicado en nota de prensa que en ambos casos se trata de hallazgos de dinosaurios desconocidos hasta el momento en los yacimientos de la sierra de la Demanda y confirman la extraordinaria riqueza paleontológica de la zona.
¿Cuáles fueron las piezas arqueológicas que fueron halladas en la sierra de la Demanda?
La campaña, que se ha extendido del 5 al 21 de julio, se ha centrado en los yacimientos de Vallazmora, cercano al desfiladero de La Yecla, y Las Huerta, próximo a Hortezuelos, enclavados en el Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, donde ya se encontraron los restos de una nueva especie, el Demandasauros, y yacimientos de huevos y cáscaras de dinosaurio.
Los trabajos en Vallazmora II, un yacimiento poco extenso de la edad Valanginiense-Hauteriviense (139,8-125,77 millones de años), correspondiente a la primera mitad del Cretácico, mostrado una gran diversidad registros fósiles de animales, además de restos de dinosaurios.
El principal hallazgo ha sido el anquilosaurio, un dinosaurio cuadrúpedo, herbívoro, de cuerpo ancho y bajo y patas robustas, que se caracteriza por poseer una auténtica armadura corporal construida a base de osteodermos -placas óseas localizadas en la piel- como escudos planos, y púas o espinas sobresaliendo sobre la superficie corporal.
Los investigadores han localizado una docena de osteodermos, vértebras dorsales, costillas y un sacro parcial con vértebras articuladas entre sí, unidas a costillas y a los dos iliones de la cadera, es decir, parte de la columna de la zona sacra unida a huesos de la cadera, tal como los tenía el animal en vida, ha señalado el equipo de trabajo.
Los restos de anquilosaurios, conocido también como dinosaurio acorazado, son bastante escasos en la península ibérica, y corresponden normalmente a huesos aislados, mayoritariamente osteodermos, a excepción de Europelta, una especie descrita en Teruel, si bien el ejemplar localizado en Burgos es unos millones de años más antiguo.
Junto a este dinosaurio se han hallado también huesos de un ornitópodo (herbívoro, bípedo) de tamaño medio, en concreto, una vértebra dorsal de una espina dorsal de una longitud excepcional, y que recuerda a los Ouranosaurus procedentes de Níger.
También restos de otros ornitópodos, como dientes aislados, vértebras dorsales o un hueso de la cadera prácticamente completo, en buen estado, y con una longitud de unos 70 centímetros; así como dientes de dinosaurios terópodos -carnívoros- y otros pendientes de identificar.
¿Qué se hará con los restos fósiles encontrados?
El yacimiento de Vallazmora II, en el que los restos de dinosaurios se encuentran entremezclados ya que fueron transportados por una corriente de agua, se han localizado igualmente casi un centenar de registros fósiles de animales, como moluscos bivalvos y gasterópodos, y dientes de cocodrilos de tamaño pequeño a medio, probablemente carroñeros de dinosaurios.
Por lo que se refiere al yacimiento de Las Huertas, finalmente no se han realizado catas prospectivas pero sí prospecciones, que han permitido recuperar huesos fragmentarios y localizar nuevos puntos con fósiles, en concreto, una zona de grandes huellas de dinosaurios ornitópodos.
La campaña ha estado organizada por el Colectivo junto con el Museo de Dinosaurios y la Fundación Dinosaurios de Castilla y León, y ha contado con 25 investigadores, procedentes de las universidades de León, Zaragoza, Alicante, Salamanca, Complutense de Madrid, Escuela Nacional de Antropología e Historia (México).
Fuente: EFE