El caldo "milagroso" que reconforta, ayuda a prevenir enfermedades crónicas y protege el corazón
Esta sopa es muy fácil de preparar y reúne una amplia variedad de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales. Cuáles son sus beneficios para el organismo.
Las sopas, consomés y caldos son aliados para una alimentación completa. Debido a que se preparan con diferentes ingredientes, y gracias a su forma de cocción, aportan un gran número de nutrientes esenciales para el organismo.
Una de las alternativas más saludables para preparar es una sopa de verduras y pollo. Con apenas un par de ingredientes se puede obtener este plato delicioso y nutritivo.
Cómo preparar una sopa de verduras y pollo
Ingredientes
- 1/2 repollo
- 3 zanahorias
- 2 puerros
- 2 cuartos traseros de pollo
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Cortar la zanahoria, el puerro y el repollo.
- Sofreír la zanahoria y el puerro en 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra hasta que estén dorados. Incorporar el repollo y el pollo, y cubrir con agua.
- Llevar a fuego alto. Una vez que rompa el hervor, reducir a fuego medio y cocinar a fuego lento durante 45 minutos a 1 hora semitapado. Salpimentar al gusto.
- Retirar el pollo, desmenuzarlo, quitar los huesos e incorporar la carne en la olla. Servir caliente.
Qué nutrientes tiene esta sopa
Esta sopa de pollo y verduras aporta un importante número de nutrientes. En términos de vitaminas, la combinación de ingredientes aporta una cantidad significativa de vitaminas A, C, K y varias del complejo B. Estas vitaminas son fundamentales para la visión, la salud de la piel, la inmunidad, la coagulación de la sangre, el metabolismo energético y la salud neurológica.
En cuanto a los minerales, esta receta es una fuente rica en hierro, potasio y manganeso, elementos necesarios para la función muscular, el transporte de oxígeno en la sangre, y el metabolismo de carbohidratos y grasas.
La proteína que proviene del pollo es un componente clave para el mantenimiento y reparación de tejidos corporales, así como para la construcción de músculo.
Los antioxidantes también están presentes, especialmente en las zanahorias, el repollo y el aceite de oliva, ayudando a proteger contra el daño celular y potencialmente reduciendo el riesgo de algunas enfermedades crónicas.
Finalmente, la fibra dietética suministrada por el repollo y las zanahorias promueve la salud digestiva y contribuyendo a la sensación de saciedad.