Descubrimiento revolucionario: hallan al antepasado de los coches y revelan que se usaba hace 22.000 años atrás
Este descubrimiento pone de manifiesto el ingenio humano en tiempos remotos, demostrando que las primeras formas de tecnología de coches existían mucho antes de lo que se pensaba.
Un equipo internacional de arqueólogos y científicos ha realizado un descubrimiento revolucionario que podría reescribir la historia del transporte humano. En el Parque Nacional White Sands, ubicado en Nuevo México, Estados Unidos, se descubrieron rastros lineales asociados a huellas humanas que, según los expertos, representan la evidencia más antigua conocida de tecnología de coches.
Lo que sorprende aún más es que este hallazgo data de hace unos 22.000 años, durante el apogeo del Último Máximo Glacial, lo que hace aún más relevante la importancia del descubrimiento.
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El estudio, publicado por el portal Science Direct, ofrece detalles sobre la naturaleza de los rastros encontrados, sugiriendo que estas marcas fueron probablemente producidas por los travois, una estructura utilizada por los pueblos indígenas para el transporte de cargas pesadas.
Este mecanismo, improvisado con palos cruzados, puede considerarse como el antecesor de los coches, marcando el inicio de una tecnología de transporte que sería perfeccionada siglos después.
Descubrimiento: la conexión con los travois indígenas
El término "travois" hace referencia a una estructura utilizada por los pueblos indígenas, particularmente en las llanuras de Norteamérica. Consistía en un armazón de palos cruzados que se utilizaba para transportar objetos pesados, como cargas de alimentos o recursos naturales.
Este descubrimiento de huellas y rastros lineales de hace 22.000 años en la Cuenca de Tularosa sugiere que los humanos ya utilizaban una forma primitiva de estos dispositivos para facilitar el traslado de materiales durante el Último Máximo Glacial.
Según el informe de los investigadores, los rastros lineales observados son consistentes con las marcas dejadas por el movimiento de un travois, que habría sido arrastrado por personas para transportar recursos.
Una revelación sobre las prácticas humanas antiguas
El estudio también destaca que los rastros encontrados en sedimentos de grano fino indican que las huellas humanas preservadas son un testimonio de las prácticas indígenas tradicionales antiguas, que surgieron por la necesidad universal de transportar posesiones y recursos.
Esta evidencia no solo desafía lo que se sabía sobre el transporte en tiempos prehistóricos, sino que también muestra una temprana comprensión de cómo facilitar el movimiento de grandes cargas. Los investigadores concluyen que la mejor explicación para la formación de estos surcos es que fueron dejados por un travois tirado por personas.