Cuántas horas tienes que dormir después de los 45 años para evitar la demencia senil, según el mayor experto de Oxford
El descanso adecuado no solo es crucial para tu energía diaria, sino también para preservar tu salud mental a largo plazo.
Conforme avanzamos en edad, la calidad del sueño se convierte en un pilar fundamental para la salud cerebral. Según recientes investigaciones lideradas por el doctor Matthew Walker, experto de la Universidad de Oxford, dormir la cantidad adecuada de horas después de los 45 años puede ser clave para prevenir el desarrollo de demencia senil y otras enfermedades neurodegenerativas.
El estudio, basado en el análisis de miles de pacientes, destaca que un descanso insuficiente afecta directamente a funciones cognitivas como la memoria, la concentración y la toma de decisiones. Pero ¿cuál es la cantidad exacta de sueño recomendada para quienes han superado los 45 años?
La importancia de dormir entre 7 y 8 horas
El doctor Walker subraya que la cifra mágica oscila entre 7 y 8 horas diarias de sueño. Este rango permite que el cerebro realice funciones esenciales como la eliminación de toxinas y la consolidación de recuerdos. Dormir menos de 6 horas, según el estudio, incrementa en un 30 % las probabilidades de desarrollar demencia en edades avanzadas, según BBC Health.
Además, dormir en exceso, es decir, más de 9 horas, también puede ser perjudicial. Este patrón ha sido asociado con un aumento de la inflamación cerebral y un mayor riesgo de deterioro cognitivo. El equilibrio, por tanto, es la clave para un envejecimiento saludable.
Cómo afecta el sueño a la salud cerebral
El sueño no solo descansa al cuerpo, sino que tiene un papel activo en la regeneración cerebral. Durante las etapas más profundas del sueño, el sistema glinfático elimina proteínas tóxicas, como la beta-amiloide, que se acumulan en el cerebro y están vinculadas al desarrollo del Alzheimer, publica la Harvard Medical School.
Por otro lado, la falta de sueño fragmenta las conexiones neuronales, afectando la capacidad de concentración y aumentando los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto, a largo plazo, puede acelerar la pérdida de volumen cerebral y la aparición de problemas cognitivos.
Estrategias para mejorar la calidad del sueño
A partir de los 45 años, la calidad del sueño puede verse afectada por factores como el estrés, cambios hormonales y condiciones de salud. Implementar estrategias para optimizar el descanso es esencial:
- Mantén un horario regular: acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días.
- Evita la cafeína por la tarde: las bebidas estimulantes pueden interferir en la conciliación del sueño.
- Reduce la exposición a pantallas: la luz azul de los dispositivos electrónicos altera la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Crea un ambiente adecuado: un dormitorio oscuro, silencioso y con una temperatura fresca favorece un descanso profundo.
El impacto del sueño en la prevención de enfermedades
Dormir bien no solo protege al cerebro, sino que también reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y depresión. Según el doctor Walker, el sueño actúa como un "botón de reinicio" para el cuerpo, regulando procesos vitales que garantizan una vida más larga y saludable.
A medida que envejecemos, priorizar el sueño es tan importante como mantener una dieta equilibrada o realizar ejercicio físico. Si bien es tentador recortar horas de descanso para atender responsabilidades, el impacto negativo a largo plazo puede ser irreparable.