Cómo viajar a todos lados y ahorrarte hasta 200 euros: el truco que las aerolíneas odian

El contexto económico mundial ha disparado los valores de los billetes aéreos y conocer lugares no tan cercanos se torna costoso.  Constantemente se intenta bajar de las nubes estos precios y existen métodos efectivos pero arriesgados si te descubren las aerolíneas.

Esto se da debido a que las aerolíneas no respetan los fundamentos básicos de la matemática en los precios y tramos sino que la lógica predominante es la de oferta y demanda invade los costos. 

La práctica de skiplagging es la mejor forma de eludir esto y se puede practicar de forma casera o a través de aplicaciones y webs especializadas. 

¿Qué es el skiplagging?

El skiplagging es una práctica, conocida como "ciudad oculta" o "billete de usar y tirar", que se ha vuelto muy popular en los últimos años. Consiste en comprar un billete más barato con escala en la ciudad a la que se quiere viajar y luego no coger el segundo vuelo.

Es decir, reservar un vuelo del aeropuerto A al aeropuerto B, con una escala en el aeropuerto C, y bajarse en C, que desde un principio era el destino final.

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¿Cómo funciona el skiplagging?

Si quisiera volar de Ginebra a Madrid, un billete a otro lugar de España, como Culleredo, con una escala en la capital española podría ahorrarle alrededor de un 20%. No se toma el segundo vuelo a Culleredo sino que se puede salir en el aeropuerto de Madrid.

Esta misma acción se puede replicar a trayectos más largos y en billetes de último momento por ejemplo desde Birmingham (Reino Unido) a Nueva York (Estados Unidos ) podría ahorrarle unos 100 euros y viceversa 200 euros o más.

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¿Cuáles son los inconvenientes de los billetes ocultos?

No se pueden facturar las maletas, al ser el billete para el destino final del viaje, si se factura equipaje, allí acabarán. Recomiendan viajar con una mochila, de esta forma baja la posibilidad de que pidan facturarla en un vuelo con mucho tráfico.

No es conveniente sacar ida y vuelta en la misma compra, ya que si las aerolíneas se dan cuenta de que realizaste esta práctica  podrían cancelar el trayecto de vuelta.

Se corre el riesgo, de que la ciudad escondida donde originalmente sería la escala pueda ser cambiada. Los horarios, los cambios de ruta y la complicada logística no están en el poder del comprador sino de la planificación de los vuelos.