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Cómo ser millonario: los 7 secretos de los empresarios más exitosos del mundo

No existe una manera segura para ser millonario. Sin embargo, existen una serie de consejos que han ayudado a las personas más ricas del mundo con su búsqueda de mayores ganancias.

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No existe una fórmula mágica para hacerse millonario. Existen una serie de condiciones y factores que deben darse para que una persona pueda encontrarse entre las más ricas del planeta. Pero, no muchas saben que no siempre se trata de un hecho fortuito.

Para Rainer Zitelmann, historiador, sociólogo y consultor, la fortuna no es una cuestión de suerte. "Que el azar te presente o no una buena oportunidad no es la cuestión clave", indica el autor en un artículo para Foundation for Economic Education (FEE).

Zitelmann considera en el mismo que "la probabilidad de que alguien sólo experimente buena o mala suerte durante su vida es muy baja" y explica las claves que considera esenciales para que una persona pueda obtener una fortuna.

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Establecer objetivos ambiciosos

"Jack Ma no aprobó el examen de ingreso a la universidad, no era un experto en matemáticas y tenía escasos conocimientos tecnológicos", indica Zitelmann. "Sin embargo, desde el inicio se propuso metas muy ambiciosas".

Para el autor, Ma estaba tan seguro de su futuro éxito que, en febrero de 1999, incluso hizo filmar una de las primeras reuniones de Alibaba, para asegurarse de que ese momento clave quedara documentado y marcar el inicio de su éxito.

Desarrollar la habilidad de vender

Durante las entrevistas para su libro "The Wealth Elite", Zitellmann aseguró que más de la mitad de los empresarios afirmaron que debían gran parte de su éxito a su capacidad para vender. Para ellos, vender no es solo comercializar productos o servicios sino la capacidad de convencer a otras personas.

Eso puede aplicarse, ya sea obteniendo la aprobación de un funcionario del gobierno, persuadiendo al candidato perfecto para que acepte un trabajo, ganándose a los empleados o convenciendo a un banquero para que asuma un compromiso financiero firme. "Todo son ventas", explicaba uno de los entrevistados.

Disfrutar nadando contra corriente

Antes de trabajar en Wall Street, el inversor Jim Rogers estudió historia y filosofía en Yale y Oxford. En tiempos difíciles para el mercado bursátil estadounidense, logró sentar las bases de su riqueza y éxito. Luego conoció a George Soros y juntos fundaron Quantum Fund.

"A diferencia de la mayoría de los demás inversores, Rogers compraba acciones de empresas con problemas", indica Zitellmann. "Uno de los invitados había oído que Rogers había estado comprando acciones de Lockheed. En aquella época, Lockheed estaba salpicada por una serie de escándalos y recibía mala prensa casi a diario. El precio de las acciones de la empresa se había desplomado".

"Pero Rogers había hecho sus deberes y acertó con su análisis positivo de la empresa. El precio de las acciones se disparó y su fondo obtuvo enormes beneficios", continúa el autor. "Al mismo tiempo que el índice S&P 500 subía solo un 47%, el Quantum Fund gestionado por Rogers y Soros ganaba un increíble 4200%".

Afrontar los contratiempos

El escritor alemán considera que la mayoría de los superricos han enfrentado graves contratiempos y crisis. "Lo sorprendente es la actitud que suelen adoptar cuando las cosas van mal. No culpan a fuerzas externas ni a otras personas, sino que buscan la culpa en sí mismos".

Para Zitellmann, los multimillonarios no se quejan de ser víctimas de las circunstancias o de las malas acciones de sus adversarios, sino que asumen personalmente la responsabilidad de sus errores. "Tampoco ponen excusas por la evolución negativa del mercado. Si el mercado se desploma, se culpan a sí mismos por haber juzgado mal al mercado. A menudo, esto es lo que distingue a las personas con éxito de las que no lo tienen".

Para el autor Rainer Zitelmann, "que el azar te presente o no una buena oportunidad no es la cuestión clave" para ser millonario. (Fuente: Shutterstock)

La importancia de la concentración

En una cena, se le preguntó a los invitados cuál es el factor más importante para que pudieran llegar a dónde llegaron en la vida. Entre los asistentes se encontraba Warren Buffett, quien respondió: "Concentración".

Zitellmann indica que el empresario se centró en un único objetivo durante décadas. Según narra la biógrafa oficial del "oráculo de Omaha", cuando tenía 11 años, el empresario anunció que sería millonario a los 35 años. A los 16, ya había ahorrado 5000 dólares. Hoy, eso valdría unos 60.000 dólares, nada mal para un chico de 16 años. Su predicción sólo se equivocó en cinco años ya que ganó su primer millón a los 30 años.

Ganarse la confianza de los demás

"John D. Rockefeller, uno de los hombres más ricos de la historia, es la prueba de lo importante que es la confianza en los negocios" indica el autor alemán. "Para el joven Rockefeller, una clave de su éxito futuro fue darse cuenta de que ‘los viejos confiaban en mí desde el principio'. A lo largo de su increíble carrera, dijo, su mayor problema fue siempre ‘obtener suficiente capital para hacer todos los negocios que quería y podía hacer, dada la cantidad de dinero necesaria'".

A partir de eso, el autor analiza que la capacidad para ganarse la confianza de bancos e inversores es uno de los activos más valiosos. Por ese motivo entiende que la mejor manera de conseguir que los demás confíen en uno es actuando y pensando de un modo que inspire confianza.

Persistencia y voluntad de experimentar

La persistencia por sí sola no es garantía de éxito. Esta debe combinarse con la voluntad de experimentar, algo que puede ser más importante que un plan de negocio preciso.

Michael Bloomberg, número 9 de la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, con un patrimonio de 55.000 millones de dólares, contó que una de sus ideas clave es que una planificación rígida puede hacer más mal que bien.

"Es inevitable enfrentarse a problemas distintos de los previstos", indica Zitellmann." A veces se tendrá que hacer ‘zig' cuando el plan dice ‘zag'. No se querrá que un plan detallado e inflexible se interponga en su camino cuando se tenga que responder al instante".

Si se quiere entender el éxito de muchas empresas emergentes de Silicon Valley, se debe estar preparado para cambiar radicalmente el modelo de negocio de un momento a otro. El objetivo no es ceñirse a un concepto original y demostrar lo bueno que es, sino establecer una posición sólida en el mercado. Si eso significa abandonar el plan y dar a la empresa una dirección completamente nueva y diferente, entonces es el momento de pivotar.

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