Clamor en el Vaticano | El Papa Francisco señaló a la Iglesia qué deben pedir al Espíritu Santo
Esta es la prédica del Sumo Pontífice para el domingo y los fragmentos de la Sagrada Escritura que sugiere leer.
Cada día, desde la página oficial del Vaticano, se difunden enseñanzas basadas en las Santas Escrituras, buscando guiar a los seguidores de Cristo en su caminar espiritual. Estas reflexiones proponen versículos bíblicos y temas que invitan a los creyentes a meditar y a fortalecer su fe en Dios.
Además, en la prédica del día, el Papa Francisco invitó a los fieles a seguir el ejemplo de humildad y servicio de Jesús, recordando que el amor de Dios se manifiesta en la cercanía a los demás y en el compromiso de ayudar a los necesitados.
Las palabras del papa Francisco para este domingo
El papa Francisco reflexionó sobre la figura del Señor Crucificado y su conexión con la historia humana. En sus palabras, destacó que "Dios no se ha quedado allí arriba en los cielos, a mirarnos de arriba a abajo", sino que se ha "abajado a lavarnos los pies".
También planteó un desafío a los creyentes: "¿Qué hay que hacer para ponerse en la misma dirección que Jesús?" Francisco enfatizó que este camino requiere un compromiso profundo, pero que "solos es difícil, por no decir imposible". Sin embargo, alentó a los presentes a recordar que todos poseen una fuerza interior, la del Bautismo, que les impulsa a seguir el ejemplo de Cristo y a servir a los demás sin buscar intereses personales.
"Pidamos hoy al Espíritu Santo que renueve en nosotros la gracia del Bautismo, la inmersión en Jesús, en su forma de ser, para ser más servidores, para ser siervos como Él ha sido con nosotros", concluyó Francisco.
La lectura de la Biblia para este domingo
Profeta Isaías 53, 10-11
El Señor quiso triturar a su siervo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos.
Segunda lectura: Hebreos 4, 14-16
Hermanos: Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado.
Acerquémonos, por lo tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
El evangelio para el domingo, 20 de octubre de 2024
Lectura de San Marcos 10, 35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?" Le respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria".
Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?" Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado".
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes.
Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos".
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