Cambio confirmado en la matriculación: la DGT multará a todos los conductores que lleven estas matrículas
La Dirección General de Tráfico multará a todos los conductores que no se adapten a las nuevas reglas. ¿De qué se trata?
La Dirección General de Tráfico (DGT) está a punto de concretar un cambio fundamental para el sistema de matrículas en España. Este paso traerá consigo algunas consecuencias para aquellos conductores que no sepan adaptarse.
Desde el año 1900, cuando se realizó la primera matriculación de un coche de España en Palma de Mallorca, las matrículas han evolucionado a lo largo de los años y han sido testigos de transformaciones que se ajustan a las distintas realidades sociales. Esta evolución ha desembocado en el sistema alfanumérico, aplicado hoy en día por la DGT. Sin embargo, el Gobierno se prepara para introducir una nueva serie de matrículas.
A medida que el mercado de vehículos y la tecnología avanzan, no sería sorprendente pensar que el sistema actual de matriculación pueda ser reemplazado por un formato completamente diferente, que sea más eficiente y se adapte a las necesidades del futuro. En ese sentido, la DGT tendrá la tarea de mantener los sistemas al día y actualizarlos para la conveniencia de los conductores.
El nuevo cambio autorizado por la DGT es el paso de las matrículas con la letra "M" a la "N". Este suceso marca un hito en la historia del sistema de matrículas, porque aunque no sea un cambio radical, sí supone un agotamiento de una serie que se mantenía vigente desde 2015. Este cambio, que no resulta tan sencillo como parece, se producirá en torno a mediados de abril, según los especialistas.
¿Por qué se cambiará la matriculación de la DGT?
Según el Concesionario Skoda, los primeros registros de matrículas datan de 1900, cuando el sistema era alfanumérico y constaba de una combinación de letras y números. En este modelo, las letras identificaban la provincia de origen del vehículo y luego eran seguidas por una combinación de cinco números. El sistema era sencillo, pero eficaz para su época, debido a que permitía una identificación clara de la procedencia de cada vehículo.
Este formato estuvo vigente hasta 1970, cuando el sistema se modificó para permitir nuevas combinaciones. El primer cambio fue añadir una letra al final, que más tarde se duplicó para aumentar el número de matrículas disponibles. Esta modificación fue impulsada por el crecimiento del mercado y la mayor producción e ingreso de automóviles al país.
En el año 2000, la DGT introdujo una nueva fase en la evolución del sistema de matrículas que cambió drásticamente el modelo anterior. El cambio consistió en eliminar el distintivo geográfico que identificaba la provincia de origen del vehículo. Así se dio paso a un nuevo sistema de matriculación compuesto por una combinación alfanumérica de cuatro números y tres letras.
En el momento de su implementación, el sistema alfanumérico de cuatro números y tres letras fue pensado para durar hasta 2055. La capacidad total de combinaciones posibles superaba los 93 millones y se especulaba con que no habría problemas para continuar con la emisión de nuevas matrículas. Sin embargo, el mercado de vehículos ha crecido más rápido de lo que se proyectaba y el tiempo estimado hasta que todas las combinaciones posibles se agotaran se ha reducido considerablemente.
Es por eso que la DGT ha autorizado el nuevo cambio de pasar las matrículas de la letra "M" a la "N". Esto representa un agotamiento en la posibilidad de las combinaciones vigentes desde 2015 y un crecimiento mayor de lo esperado en la emisión de matrículas.
Las sanciones de la DGT
La normativa vigente establece que las matrículas de los vehículos deben ser completamente legibles para garantizar su identificación en los controles de tráfico. De no ser así, cualquier alteración intencional o no intencional de la matrícula es considerada una infracción.
Estas sanciones tienen el objetivo de asegurar el cumplimiento de las normativas de circulación y la seguridad vial.
Las multas por modificar u ocultar la matrícula son severas, con cobros de hasta 6000 euros y la pérdida de seis puntos del carné de conducir, lo que puede llevar a la suspensión del permiso.