Adiós aceite de oliva: esta es la alternativa más saludable y barata para reemplazar el "oro liquido"
En las últimas semanas, los principales supermercados han comenzado a bajar el precio del aceite de oliva, pero los proveedores advierten que podría volver a subir.
El aceite de oliva, es una de las bases de la dieta mediterránea pero entre la inflación y el desajuste en la cosecha, la producción ha disparado los precios. En ese sentido, los supermercados como Mercadona y Carrefour ofrecen diversos productos con rebajas en el precio de este alimento.
Pese a ello, la búsqueda por el mejor sustituto del "oro líquido" continúa para los consumidores y es que el mercado tiene una amplia variedad de aceites vegetales con propiedades saludables similares a las del aceite de oliva.
El aceite de uva ha cobrado mayor popularidad entre los consumidores justamente por eso. Ya sea para cocinar como para el cuidado de la piel, este aceite, que se extrae directamente de la semilla de la uva, es una opción deliciosa y muy nutritiva.
En lugares como Carrefour, El Corte Inglés o tiendas gourmet, el precio de una botella de 500 ml de aceite de uva suele estar entre 5 y 10 euros. Más económico que la botella de aceite de oliva extra virgen que ronda los 8 euros por la misma cantidad de producto.
Propiedades nutricionales del aceite de uva
El aceite de uva es una fuente notable de nutrientes esenciales, que incluye una combinación única de antioxidantes y vitaminas que benefician la salud en general:
Ácido oleico y Omega 9: al igual que el aceite de oliva, el aceite de uva es rico en ácido oleico, un tipo de ácido graso monoinsaturado que ayuda a mejorar los niveles de colesterol "bueno" (HDL) y a reducir el colesterol "malo" (LDL), favoreciendo la salud cardiovascular. Los ácidos grasos Omega 9 también apoyan el buen funcionamiento del sistema inmunológico y tienen propiedades antiinflamatorias.
Resveratrol: este antioxidante, comúnmente asociado con el vino tinto, también se encuentra en el aceite de uva y tiene efectos positivos en la salud cardíaca. El resveratrol puede reducir la inflamación y proteger las células del daño oxidativo, lo que podría retrasar los signos de envejecimiento.
Vitaminas C y E: esenciales para el sistema inmunológico y actúan como antioxidantes en el organismo. La vitamina E, en particular, promueve la salud de la piel, ayudando a protegerla de los daños causados por los rayos UV, y previene el envejecimiento prematuro. La vitamina C, además de apoyar el sistema inmunológico, contribuye a la producción de colágeno, necesario para una piel, cabello y uñas saludables.
Flavonoides y polifenoles: contiene compuestos vegetales, conocidos como flavonoides y polifenoles, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la hipertensión y enfermedades cardíacas, por su efecto antioxidante y antiinflamatorio.
Potasio, hierro, calcio, y magnesio: ayudan a mantener el equilibrio de electrolitos, la formación de glóbulos rojos y la salud ósea. El magnesio, además, es fundamental para la función muscular y nerviosa adecuada, mientras que el hierro contribuye a la producción de energía y a evitar la anemia.
Beneficios del aceite de uva para la salud
Mejora la circulación y reduce la presión arterial: su contenido en Omega 9 y flavonoides mejora la elasticidad de las arterias y regula la presión arterial, lo cual es esencial para una buena circulación y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Propiedades antiinflamatorias: gracias a sus compuestos antioxidantes, el aceite de uva ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, aliviando síntomas de afecciones inflamatorias, como la artritis.
Cuidado de la piel y el cabello: el aceite de uva es un hidratante natural ideal tanto para la piel como para el cabello. Su contenido de vitamina E y ácidos grasos permite su uso como tratamiento tópico para reducir cicatrices, tratar el acné y nutrir el cuero cabelludo, aportando brillo y fuerza al cabello.
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¿Cómo usar el aceite de uva para cocinar?
Aderezos y vinagretas
El aceite de uva es ideal para aderezos de ensaladas y vinagretas, gracias a su sabor ligero y frutado, que no interfiere con los sabores de otros ingredientes. Puedes mezclarlo con vinagre balsámico, limón o mostaza para crear vinagretas frescas y saludables. Su perfil suave permite resaltar los sabores de las hierbas y especias que elijas, dándole un toque especial a cada ensalada.
Marinados para carnes y pescados
Su bajo nivel de acidez y sus propiedades antioxidantes lo hacen perfecto para marinar carnes y pescados. Puedes combinarlo con ajo, hierbas frescas, pimienta y un toque de limón o vinagre para aportar un sabor más profundo sin cubrir el gusto natural de las proteínas. Además, sus compuestos antioxidantes ayudan a reducir la formación de compuestos dañinos durante la cocción, lo que resulta en una preparación más saludable.
Salteados y salteados a fuego alto
Con un punto de humo de 216 °C, el aceite de uva es adecuado para saltear y cocinar a fuego alto, como en wok y salteados rápidos. Puedes usarlo para cocinar verduras, tofu o trozos de carne en tiempos cortos, logrando una textura crujiente sin que el aceite se queme ni desprenda sabores amargos.
Para hornear y asar al horno
Su sabor neutro también lo convierte en una opción excelente para hornear productos de panadería y asar al horno. Se puede usar en recetas de muffins, panes y pasteles para añadir humedad sin alterar el sabor. En preparaciones saladas, como vegetales al horno, su estabilidad y punto de humo alto permiten que los ingredientes se cocinen sin desarrollar sabores indeseados.
Freír alimentos
Gracias a su alta tolerancia al calor, el aceite de uva es adecuado para freír alimentos. Ya sea para freír patatas, croquetas, o alimentos rebozados, este aceite asegura una cocción uniforme y crujiente, manteniendo un sabor limpio y sin notas quemadas. Además, dado su perfil nutricional, es una opción más saludable para frituras que otros aceites vegetales.
Preparaciones en crudo
El aceite de uva también es una excelente elección para aliños en crudo. Prueba añadir unas gotas sobre vegetales asados, pescados ahumados o guisos, justo antes de servir, para darle un toque de frescura y un extra de nutrientes a tus platos.
