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Juró el canciller de Trump: charla con Milei y qué esperan de Argentina

Tras ser confirmado por el Senado, el exsenador Marco Rubio se cruzó con el Presidente en una de las galas oficiales. Quiénes son los otros dos elegidos por el republicano para definir el vínculo con la región. Sus vínculos con el país

Dentro del gabinete que desembarca en la Casa Blanca de la mano de la segunda gestión de Donald Trump hay una serie de nombres que destacan de cara al futuro de las relaciones con el gobierno de Javier Milei. Con algunos de esos secretarios y funcionarios, la Casa Rosada ya viene en contacto desde las semanas posteriores a la victoria del 5 de noviembre cuando arrancó formalmente la transición presidencial.

Ayer, en ocasión de una de las galas oficial, la denominada Starlight, el presidente Javier Milei se encontró con el flamante canciller de Trump, ya confirmado a esas horas por el Senado. Se trata de Marco Rubio, un exsenador republicano con el que el gobierno libertario ya tenía un canal abierto y por el que apuesta como uno de los puentes con la futura administración.  Hoy el vicepresidente JD Vance le tomó juramento en el cargo, temprano en la mañana.

Rubio no es el púnico. Otros dos hombres escogidos por Trump para tomar las riendas de la política exterior con la región también oficiarían de puentes con el país por los nexos que mantienen desde diversos momentos. Se trata del excongresista Mike Waltz y de quien fuera el representante ante el FMI y luego titular del BID hasta su desplazamiento, Mauricio Claver-Carone.

Ayer por la tarde, mientras transcurrían las celebraciones del Día de la Inauguración, el Senado confirmó a Rubio como secretario de Estado. En una conferencia improvisada de los corresponsales en la Casa Blanca con Trump que le empezaron a lanzar preguntas de toda la agenda mientras firmaba nuevas órdenes ejecutivas, el republicano se refirió a su flamante funcionario. "Tiene ideas muy fuertes", consignó, sin dar mayores detalles.

Rubio no es del riñón de Trump, incluso lo enfrentó en 2016 en la primaria republicana, pero con el correr de los años se fue acercando al magnate. Lo mismo sucedió con otros referentes de la renovación republicana, sin ir más lejos, el propio socio en el biniomio, Vance. Mutaron de herejes a apóstoles del universo Trump.   

En la gala oficial donde se cruzó también con el canciller Gerardo Werthein y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, hubo espacio para una breve conversación sobre la región y lo que serán los lineamientos principales de la política exterior. Allegados a Rubio confiaron a El Cronista que el exsenador llega con una extensa agenda vinculada a Venezuela, Cuba -de donde son sus padres- y Nicaragua. Pero que ahora desde el Departamento de Estado deberá ampliar su mirada y equilibrarla con otras cuestiones tan o más urgentes para los Estados Unidos, afirman. 

De ahí que no descartan que se incline por socios regionales para ejercer mayor presión en la agenda continental, y allí puede la Argentina volver a jugar un rol central, como en los años de Macri. En Washington ponderan la ofensiva en los organismos -y particularmente en la Justicia internacional- que promovió el canciller Werthein contra el venezolano Nicolás Maduro,.

Durante su audiencia de confirmación, la semana pasada, Marco Rubio fue consultado sobre su postura frente a los países de la región que consideraba prometedores. Mencionó a la Argentina y a Milei entre ellos: "Es un economista serio y bien formado. Tiene ideas muy claras respecto al desarrollo económico y está llevando a cabo reformas correctas en lo que refiere a reestructura la dirección de la economía argentina de una manera que considero muy positiva". Rubio participó en diciembre de 2023 de la asunción de Milei en Buenos Aires.

A la par, Claver-Carone fue elegido como Enviado Especial para América latina, un nombramiento que se reserva a determinados funcionarios de confianza o peso político que empujan agendas de mayor peso en determinados temas de interés para la Casa Blanca. Ya antes de tomar posesión de su misión, empezó a marcar la agenda al sugerir la imposición del 60% de aranceles no solo a los productos de origen chino sino también a quienes formen parte de su red de comercio. Puso de ejemplo el megapuerto peruano de Chancay, a cargo de la marítima china Cosco. 

"En los últimos cuatro años, el caos y la anarquía han envuelto nuestras fronteras. Es hora de restablecer el orden en nuestro propio hemisferio. Mauricio conoce la región y sabe cómo poner los intereses de Estados Unidos PRIMERO. También conoce las graves amenazas a las que nos enfrentamos por la inmigración masiva ilegal y el fentanilo", puntualizó Trump cuando oficializó su designación a través de un comunicado en diciembre pasado.

En este caso, la relación no es la mejor con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien representaba a la Argentina en el BID cuando una investigación interna expuso un vínculo personal del titular de la entidad con una empleada que lo terminó eyectando, en un juego de poder vinculado a la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. Desde el PRO, sin embargo, todavía hay puentes con el futuro funcionario, aunque la relación entre el macrismo y LLA no pase por su mejor momento.

El caso de Claver-Carone es distinto al de Rubio ya que viene de la primera gestión del republicano. Así y todo, mantienen una característica en común, incluso con Waltz: todos procedan de Florida y no es casual. De hecho, gran parte de la nueva estrategia exterior de la versión 2.0 de Trump se apoya en un empoderamiento de la línea conservadora del estado del Sol, un detalle que no pasó desapercibido entre quienes leen cómo cambian de dirección los vientos con los nombres detrás de cada gestión en Washington.

"En general, Estados Unidos ha prestado muy poca atención a Latinoamérica en las últimas décadas. La elección de Marco Rubio una persona que construyó más de 20 años de carrera política como una voz muy fuerte respecto a lo que está pasando en Latinoamérica y en oposición al socialismo es una señal", sostuvo Soledad Cedro, managing director y partner de Tactic, una empresa dedicada a las relaciones políticas y empresariales entre Latinoamérica y los Estados Unidos, en diálogo con El Cronista

Por último, la futura cabeza del Consejo de Seguridad Nacional también viene de la línea Florida y es el excongresista Waltz, un halcón cuya principal bandera es una férrea oposición a China. En la primera gestión trumpista, el funcionario a cargo del órgano que aconseja con línea directa al mandatario sobre la agenda geopolítica en paralelo al Departamento de Estado le sirvió al magnate como contrapeso al estricto apego de la burocracia diplomática a su escuela internacional.

Waltz  festejó en enero del año pasado el primer anuncio de superávit,  alcanzado y difundido por el ministro de Economía Luis Caputo. Ya antes había ponderado la gestión libertaria. De hecho, conoce la Argentina de primera mano porque, al igual que los otros dos puntales de la nueva política exterior trumpista, también conoce la Argentina de primera mano.

Cuando Milei fue invitado a participar del cónclave de la victoria de Trump en su club de golf de Mar-a-Lago, tuvo la oportunidad de cruzarse o conversar con ellos. ya que el equipo de transición había empezado a trabajar en unas oficinas contiguas a la nave central del club, donde ocurría el festejo. Desde entonces, los canales con el trumpismo con la Argentina permanecieron abiertos.

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