Ingresos

Las "trampas de pobreza" en Argentina que identificó el Banco Mundial y los ejes para bajarla

El Banco Mundial identificó 4 factores que hacen dificil quebrar la pobreza. La inflación, el déficit fiscal y las cuestiones más estructurales, de las condiciones para generar empleo a la sequía.

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La pobreza en Argentina alcanzó al 52,9% de la población en el primer semestre del año tras el aumento de la inflación en el arranque de la era de Javier Milei y su impacto en ingresos, aunque el país acumula problemas estructurales. En ese marco, un trabajo del Banco Mundial identificó las "trampas" del cuadro argentino y promueve políticas para reducirla.

"El desbalance fiscal y la inflación son un círculo vicioso que limita la baja de la pobreza", definió como el primero de cuatro ejes centrales el organismo internacional. Con datos hasta 2023 pero algunas actualizaciones en el año en curso, el BM remarcó que "el poder de compra de la canasta básica disminuyó. En 2023 los autónomos e informales apenas cubren una canasta". 

El trabajo sin embargo toma datos de "largo plazo" y señala, entre otros factores, que el país lleva décadas sin poder quebrar el núcleo de 25% de pobreza, más allá de las oscilaciones coyunturales. La pobreza se mide por ingresos en la Argentina, por lo que un salto de la inflación genera un aumento de los argentinos que no pueden cubrir una canasta total básica. 

"La inflación hace que se reduzca el poder de compra y la política social se enfoca en las indexaciones para tratar de mantener el valor de la ayuda social. El principal mecanismo, que es la Asignación Universal por Hijo (AUH), ha perdido su valor", enfatizó Lourdes Rodríguez Chamussy, autora del reporte y economista senior del Banco Mundial.

Refuerzo de la AUH

En los últimos meses, el Gobierno reforzó los ingresos de la AUH, pero hubo pérdidas para otros segmentos de la asistencia social, incluidos los adultos mayores. 

Según los datos fiscales del ministerio de Economía, todas las partidas del gasto cayeron en septiembre en términos reales con excepción de una leve mejora para PAMI y la adecuación del 21% real de la AUH, detalló un análisis de IARAF.

La segunda "trampa" que menciona el BM son los "desequilibrios intergeneracionales y geográficos", que según explicó la autora del informe, "se traducen en pobreza crónica". 

A nivel intergeneracional, señalan que en transferencias el gasto está más sesgado hacia los adultos mayores. "Es 3 veces más que en niños y adolescentes", dijo la economista.

 Por otra parte, los datos hacen que la información oficial -basada en 31 aglomerados urbanos- esté sesgada de forma geográfica, lo que dificulta "saber qué es lo que se necesita y dónde se necesita", como por ejemplo en qué provincias o zonas rurales en necesario reforzar la educación o salud. 

El tercer punto apunta a una cuestión más estructural, que es la "baja de productividad y vulnerabilidad de los ingresos"

Rodríguez Chamussy enfatizó que para los sectores medios, "el principal ingreso es lo laboral pero en el decil más pobre es lo laboral no formal". La contracción del ingreso laboral explica el 60% del aumento de la pobreza y la creación del empleo formal en el sector privado es muy débil, remarca el informe sobre las dificultades para quebrar la pobreza en la Argentina.

En el cuarto punto, establece que cada vez son más frecuentes los riesgos de choques externos, dentro de los que incluyen a los climáticos. "En los datos micro, los sectores más vulnerables tienen pocos activos que se puedan acumular y que están en riesgo con inundaciones, que se correlacionan las zonas con la pobreza", puso por ejemplo la economista.

Esto también se ve afectado a nivel macro cuando la economía se vuelve muy vulnerable a factores como la sequía, que afecta a las exportaciones y a la generación de empleo. 

Qué hacer para salir de las "trampas" de pobreza

Ante ese cuadro, la economista planteó qué hay que hacer para superar las trampas de pobreza. Eso implica determinar las "áreas prioritarias para fortalecer la capacidad de ingreso en los hogares". El punto de partida, indicó, es "reducir inflación y encontrar eficiencia para que la consolidación fiscal sea sostenible".

En ese contexto, consideró que "se empezó a andar camino en éstas dos, pero hay que atacar desafíos más estructurales: formación de capital humano y generación de empleos de calidad, para después invertir en resiliencia, diversificación de la economía". Uno de los puntos es facilitar las transiciones a sectores más productivos de las poblaciones más vulnerables. 

Hay además cuestiones metodológicas a enfrentar. "En la recolección de datos hay dificultades, tanto por región como por estratos, sobre todo en los extremos. Las encuestas no llegan a los sectores más ricos y más pobres", dijo sobre un problema que no es exclusivo de la Argentina.

En cuanto a la trampa intergeneracional, la economista del BM consideró que hay que mantener los mecanismos de protección social. "Sin la AUH la indigencia sería 30% más alta", enfatizó. Pese a eso, los recursos para el sector de adultos mayores es 2.9 veces más alto que para niños. 

"Si la torta se reparte así y encima se va a haciendo más pequeña para los que tienen que soportar a una población que está envejeciendo, lo que hay que hacer es enfocarse en cómo hacer la torta más grande" indicó y reconoció que si bien las tasas de pobreza son muchos menores en adultos mayores, es el grupo donde "más aumentó recientemente".

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