Las "barreras" que busca romper Corea del Sur con Argentina: minería, restricciones y energía limpia
Antes de la gira del canciller Santiago Cafiero por su país, el diplomático surcoreano en Buenos Aires se mostró confiado en la posibilidad de nuevas inversiones aunque alertó sobre las trabas que hoy tienen las empresas extranjeras. El acuerdo con el FMI y la proyección de China
El embajador de Corea del Sur, Yongsoo Lee, se puso una meta concreta para su misión en Argentina: "el objetivo más importante es superar las barreras geográficas, culturales y psicológicas, y fortalecer aún más la relación de cooperación", dijo.
Como diplomático de carrera y muy activo desde que llegó a Buenos Aires Lee aseguró que "con el potencial de recursos de Argentina y las capacidades industriales de Corea, ambos países podrían convertirse en socios ideales para cooperar".
Pero admite de inmediato los problemas que tienen hoy los inversores coreanos en el país. "Varias empresas coreanas que operan en Argentina están experimentando dificultades debido a las regulaciones que incluyen restricciones a la repatriación de ganancias y dividendos, y limitaciones para las importaciones y los pagos en divisas", destacó.
Sin embargo, este embajador de Corea del Sur que estudió Lengua Hispana y Literatura en la Universidad Nacional de Seúl y es magister en Economía, se muestra optimista al sostener durante una entrevista con El Cronista que "si la situación económica de Argentina mejora y se implementan medidas para incrementar la previsibilidad económica, flexibilizar las regulaciones comerciales y cambiarias, y establecer un marco legal e institucional para ofrecer mayor estabilidad a las empresas, se puede esperar una mayor inversión de empresas coreanas en Argentina".
Lee habló de todo: del megaproyecto de litio de POSCO en Argentina, planes para proyectos de tecnología, el acuerdo con el FMI y el impacto de la guerra de Ucrania en el mundo.
El embajador Lee dijo que Corea está trabajando arduamente para llevar la Exposición Mundial de 2030 a Busan. Busan, como segunda ciudad más grande de Corea y puerto principal, es la opción óptima para acoger esta exposición global, que se espera que sea la más exitosa en la historia. Creemos que la realización de la Exposición Universal de 2030 en Busan contribuirá aún más al fortalecimiento de la cooperación entre Corea y Argentina.
-¿Cuáles son hoy los principales desafíos de la relación bilateral de Corea con Argentina
-Los países de Sudamérica en general, y Argentina en particular, son los más distantes geográficamente de Corea del Sur. Además, existen barreras culturales y psicológicas que nos separan. Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1962 y durante los últimos 60 años, ambas naciones han superado esta distancia geográfica y han desarrollado una estrecha relación de cooperación y amistad en diversos campos, como la política, la economía y la cultura, sobre la base de una creencia compartida en valores universales como la libertad, los derechos humanos y la democracia, y de una estructura económica e industrial complementaria.
La cooperación comercial y de inversión entre ambos países en particular se ha expandido recientemente, con proyectos tales como el desarrollo de litio por parte de POSCO. Además, la llamada Ola Coreana (Hallyu), que incluye las telenovelas (K-Dramas) y el K-Pop, han ganado popularidad en Argentina, mientras que en Corea, la afición por el tango y el Malbec argentino ha aumentado, acercando así a ambas naciones, más allá de la distancia geográfica.
En el futuro, el objetivo más importante es superar las barreras geográficas, culturales y psicológicas, y fortalecer aún más la relación de cooperación para lograr una "Relación de cooperación amplia para la prosperidad común en el siglo XXI", conforme lo acordado por ambos países en 2004.
Argentina es un país con un gran potencial en agricultura, minerales y recursos energéticos, mientras que Corea tiene capacidades tecnológicas líderes en el mundo en sectores como la industria automotriz y las baterías. Con el potencial de recursos de Argentina y las capacidades industriales de Corea, ambos países podrían convertirse en socios ideales para cooperar, no sólo en agricultura y minería, sino también en áreas tales como las energías limpias en general y el hidrógeno verde en particular.
-Cree que los inversores coreanos observan con preocupación la situación de una economía en crisis y las trabas al comercio que impone Argentina?
-Entiendo que varias empresas coreanas que operan en Argentina están experimentando dificultades debido a las regulaciones que incluyen restricciones a la repatriación de ganancias y dividendos, y limitaciones para las importaciones y los pagos en divisas. Más allá de estos inconvenientes, el comercio entre ambos países alcanzó un récord histórico de 3.000 millones de dólares el año pasado, y Corea se ha convertido en el décimo destino de exportación más importante para Argentina, mientras que Argentina se ha convertido en un proveedor confiable de cereales para Corea del Sur. En el ámbito de la inversión, se están llevando a cabo iniciativas muy importantes, como el gran proyecto de desarrollo de litio de POSCO en el noroeste argentino y el proyecto de producción de vacunas contra la fiebre aftosa de Biogénesis Bagó en Corea.
Con la expansión de la cooperación en el ámbito de la inversión y el comercio entre ambos países, se observa una tendencia creciente de empresas coreanas que están atentas al potencial de Argentina, no sólo en el caso de POSCO. Si la situación económica de Argentina mejora y se implementan medidas para incrementar la previsibilidad económica, flexibilizar las regulaciones comerciales y cambiarias, y establecer un marco legal e institucional para ofrecer mayor estabilidad a las empresas, se puede esperar una mayor inversión de empresas coreanas en Argentina.
-¿Hay nuevas proyecciones de inversión de Corea en el sector del litio? ¿Cuáles son?
-El proyecto de litio de mayor envergadura es "Sal de Oro" de POSCO, con una inversión total de 4 mil millones de dólares. Este proyecto está avanzando de manera favorable en la región del Salar del Hombre Muerto y es un símbolo de la cooperación económica entre Argentina y Corea del Sur, ya que combina el potencial de recursos de Argentina con la capacidad tecnológica de Corea.
Además de impulsar el desarrollo en las provincias de Salta y Catamarca, este proyecto también contribuye significativamente a mejorar la calidad de vida de los residentes a través de la generación de empleo y la promoción de actividades sociales.
Junto con la entrada de divisas a través de esta importante inversión, se espera también un aumento adicional en el ingreso de divisas en Argentina, a medida que la producción y exportación de litio de este proyecto comience, a partir de 2024, lo que también contribuirá a la estabilidad de las cadenas globales de suministro de litio, un mineral esencial y clave para la transición energética.
El proyecto de litio de POSCO es importante en el campo de la minería y la energía pero también como referencia para atraer nuevas inversiones en otros sectores. Muchas empresas y medios de comunicación en Corea están observando con gran interés el proyecto de POSCO, y el éxito del mismo enviará señales positivas a los futuros inversores de Corea.
Por esta razón, se solicita la cooperación y apoyo continuo de los gobiernos provinciales de Salta y Catamarca, así como también del gobierno federal, para que este proyecto se lleve a cabo exitosamente, en un entorno legal y político predecible y estable.
-¿Cree que el acuerdo que logró Argentina con el FMI ayudará a generar un clima de confianza y buena predisposición para los negocios?
-Por supuesto. Creo que el acuerdo entre Argentina y el FMI y la estabilidad macroeconómica pueden ayudar a generar confianza en la economía argentina.
En el pasado, Corea también debió recurrir a la asistencia del FMI a finales de la década de 1990. El acuerdo con el FMI fue difícil en sí mismo, pero la implementación del acuerdo fue un proceso mucho más complicado aún. Corea del Sur llevó a cabo una amplia reestructuración de su economía, que incluyó tanto al sector público como al privado, lo que implicó grandes desafíos sociales y económicos, incluyendo despidos masivos en algunas industrias. Luego de atravesar estos sacrificios, Corea del Sur pudo superar rápidamente la crisis y pagar anticipadamente los 19.500 millones de dólares de asistencia en 2001, para salir del régimen de supervisión del FMI.
-¿Cómo ven el avance de China en la región y los acuerdos qué hay con Argentina? ¿Cree que eso puede ser impedimento para los inversores de Corea?
-No considero que la expansión de la cooperación económica de Argentina con un país específico resulte un obstáculo para la inversión de Corea. Sin embargo, si ciertos países o empresas llegaran a dominar un sector específico del mercado, podrían debilitar la eficiencia y la competitividad en esa industria, lo que a su vez podría obstaculizar el desarrollo sostenible de la economía y, en algún caso, amenazar la estabilidad de las cadenas de suministro globales.
Corea está redoblando sus esfuerzos para reducir los riesgos asociados con una dependencia excesiva de mercados o materias primas específicas, a través de la estabilización y diversificación de sus cadenas de suministro. Además, colabora activamente con muchos otros países de todo el mundo para alcanzar estos objetivos.
-¿Cómo puede repercutir la guerra en Ucrania para la situación de Corea y la expansión de sus inversiones?
-Los ciudadanos de Corea del Sur, que experimentaron directamente las tragedias de la Guerra de Corea hace más de 70 años, comprenden mejor que nadie el valor de la libertad y la paz.
Hay un apoyo fuerte y decidido hacia el pueblo ucraniano y un sentimiento de solidaridad con el coraje y la determinación del pueblo ucraniano para defender la libertad y la democracia.
El gobierno de Corea del Sur mantiene una posición firme y coherente de respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y se compromete a ser parte responsable de la comunidad internacional para contribuir a la finalización de la guerra en Ucrania y la restauración de la paz, mediante iniciativas diplomáticas y económicas.
El Gobierno de Corea del Sur ha comprometido un apoyo adicional de 150 millones de dólares a Ucrania este año, tras proporcionar aproximadamente 100 millones de dólares en ayuda humanitaria el año pasado, para ayudar a los ciudadanos ucranianos afectados por la guerra. Este apoyo incluirá asistencia humanitaria, apoyo financiero para Ucrania, apoyo para la reconstrucción de infraestructura, incluida la remoción de minas, y cooperación para el desarrollo sin costo alguno.
El Presidente Yoon Suk-yeol realizó la primera visita oficial a Ucrania el 15 de julio de este año. Allí sostuvo una reunión cumbre con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Durante la visita, se presentó la "Iniciativa de Solidaridad por la Paz de Ucrania", que incluye apoyo para la seguridad, el desarrollo y la reconstrucción de Ucrania.
-¿Hay posibilidad de avanzar hacia un acuerdo de paz con Corea del Norte?
-Desde la crisis nuclear de 1994, Corea del Norte ha engañado y amenazado constantemente a Corea del Sur y a la comunidad internacional, continuando con el desarrollo de armas nucleares y misiles.
Corea del Norte ha llevado a cabo 24 lanzamientos de misiles en 13 ocasiones diferentes, sólo este año (hasta el 27 de julio) y ha amenazado con el uso de armas nucleares. El desarrollo de armas nucleares y misiles por parte de Corea del Norte representa una grave amenaza no sólo para la península coreana y el noreste asiático, sino también para la paz en todo el mundo, constituyendo un serio desafío al régimen internacional de no proliferación nuclear.
La verdadera paz, que es una paz sostenible, sólo puede alcanzarse a través de la disuasión y no sólo mediante acuerdos escritos.
El gobierno de Corea del Sur ha propuesto una "Visión Audaz" por la que, si Corea del Norte detuviese el desarrollo nuclear y avanzase hacia una desnuclearización sustantiva, podría lograr una mejora drástica en su economía y en la calidad de vida de sus habitantes.
Además, el régimen de Corea del Norte ha priorizado el desarrollo de armas nucleares y misiles a expensas de los recursos económicos limitados con los que cuenta, lo que ha llevado a su población a padecer hambre. Las Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos han confirmado que el régimen norcoreano perpetra violaciones sistemáticas, generalizadas y graves a los derechos humanos de sus ciudadanos y comete crímenes de lesa humanidad año tras año.
El gobierno de Argentina ha sido un firme defensor de los derechos humanos, la libertad, la democracia y del régimen global de no proliferación nuclear, y ha condenado consistentemente el desarrollo de armas nucleares y las violaciones de los derechos humanos por parte de Corea del Norte.
Además, en 2016, el Congreso argentino aprobó una resolución en apoyo de la resolución de derechos humanos de las Naciones Unidas sobre Corea del Norte. Nuestra Embajada planea continuar abogando por el congelamiento del desarrollo nuclear y de misiles de Corea del Norte, al tiempo que seguirá informando sobre la trágica situación de los derechos humanos en Corea del Norte y trabajará en conjunto con el Gobierno y el Congreso de Argentina para mejorar esta situación.
-¿Cree que un cambio de gobierno en Argentina mejorará las relaciones bilaterales?
-Corea aspira a ser una potencia global y tiene la firme convicción de ampliar y profundizar la cooperación con Argentina, un país muy importante en América Latina, basándose en valores universales como la libertad, los derechos humanos y la democracia, así como en la complementariedad económica, el multilateralismo y la no proliferación nuclear, entre otros principios comunes en la política exterior.
Corea está trabajando arduamente para llevar la Exposición Mundial de 2030 a Busan. Busan, como segunda ciudad más grande de Corea y puerto principal, es la opción óptima para acoger esta exposición global, que se espera que sea la más exitosa en la historia. Creemos que la realización de la Exposición Universal de 2030 en Busan contribuirá aún más al fortalecimiento de la cooperación entre Corea y Argentina.
Además, esperamos que se reanuden y avancen las negociaciones del acuerdo comercial entre Corea y el Mercosur, que se han suspendido debido a problemas vinculados a la seguridad alimentaria. La firma de este acuerdo podría ser un momento bisagra, un hito que cambie para siempre la cooperación comercial y los flujos de inversión entre Corea y los países del Mercosur, incluyendo, desde ya, a la Argentina.
Por último, quiero destacar la contribución de más de 23,000 residentes coreanos en Argentina, quienes trabajan principalmente en la industria de la confección en lugares como Flores y Balvanera (Once), lo que beneficia a la economía argentina. Confío plenamente en que la comunidad coreana, que celebrará el 60º aniversario del arribo de los primeros inmigrantes a Argentina en 2025, siga desarrollándose y siga destacándose como una comunidad de inmigrantes ejemplar.
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