Baja de retenciones a la carne: ¿se viene una suba de precios?
Esta semana entró en vigencia la eliminación de retenciones en algunos cortes de vaca, en el cerdo, y la baja en el pollo. Las dudas sobre el aumento de las exportaciones y expectativa por inversiones.
Esta semana entró en vigencia la baja o eliminación de retenciones a algunos cortes de carnes. En el caso de los cortes de vaca de características A, B, C, D y E, excepto en animales vivos, la alícuota fue llevada a cero, al igual que en la carne de cerdo, mientras que para el pollo se redujo un 25%.
La medida fue celebrada por el sector, que lo leyó como una señal en el sentido de sus pedidos para aumentar la competitividad externa de los productores, en medio de una caída del consumo en el mercado interno y de menores precios internacionales en el principal destino de la carne vacuna argentina, China.
Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa Nacional de la Carne, dijo que la eliminación de retenciones, sobre todo a la vaca, es algo "más bien filosófico", porque se debe ir a retenciones cero, pero destacó que pollo y cerdo lo necesitaban incluso más que el vacuno.
"El sector está tensionado por una ecuación complicada para los frigoríficos, porque el mercado interno está deprimido y las exportaciones también. Además, tenemos bajo nivel de faena porque el año pasado aumentó el caudal por la sequía", analizó.
Ahorro en retenciones
El presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Daniel Urcia, dijo que consideran que la medida es positiva porque da una "muy clara señal para el sector productivo" y agregó que "puede generar inversiones, más allá del beneficio inmediato".
Según sus estimaciones, serán aproximadamente cien millones de dólares al año que se van a quedar en el circuito productivo a raíz de la baja o la eliminación de las retenciones. "Continuar en esa línea sirve para que el sector recupere confianza y aparezcan las inversiones", agregó Urcia.
En el caso de las exportaciones de pollo y sus derivados las retenciones se recortaron de 9% a 6,75% en las aves enteras y trozos, despojos y congelados, mientras que en las preparaciones se las llevó de 4,5% a 3,25% y en tripas y vejigas se llevó de 7% a 5,25%.
Según estimaciones del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), en el primer semestre de 2024, los principales cuatro segmentos exportaron u$s 99.901.007, lo que se tradujo en un total aportado en retenciones de u$s 8.711.707. En base a las nuevas reducciones que entraron en vigencia, estiman que en el segundo semestre lo cobrado por derechos de exportación pasará a ser de u$s 2.177.927.
El mayor impacto se verá en el segmento de trozos y despojos ya que solo en el primer semestre significó más de u$s 5 millones en retenciones.
En el caso del cerdo las retenciones fueron llevadas a 0. En base a datos del Grupo Exportadores Porcinos Argentinos (GEPA) en el primer semestre, estos rubros representaron exportaciones por u$s 5.172.352 y retenciones por u$s 256.201. Dado que fueron llevadas a 0, en este segmento no se espera recaudación.
Efecto en exportaciones
Urcia sostuvo que no cree que en lo inmediato haya un aumento del volumen exportado, y agregó que juega un rol importante la depresión de los precios internacionales en este plano.
Según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de Argentina (CICCRA), las cantidades exportadas de carne vacuna subieron un 6,7% en el primer semestre contra el año anterior y alcanzaron las 440 mil toneladas.
Sin embargo, se observa un descenso en la comparación mensual a raíz de los menores envíos a China, el principal destino de las exportaciones de carne argentinas. Solo en mayo, los envíos a China cayeron 13,1% contra abril medido en cantidades y un 33,5% contra mayo de 2023.
Así, las ventas a ese destino pasaron de representar el 80,5% del total de los envíos el año pasado a ser el 62,5% este año.
Ante este escenario, Chiesa agregó que es necesario buscar nuevos mercados, algo que destacó que está ocurriendo, porque somos "chinadependientes"
Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, sembró dudas sobre un posible aumento de las exportaciones porque los costos internos hacen que la ecuación les dé negativo a los exportadores, que igual deben vender para mantener los contratos. Respecto de una posible mayor demanda del principal comprador de carne, China, señaló que lo ve poco probable, primero porque los valores están por debajo de los de 2022 ya que cayeron un 40% y por el otro, porque el gigante asiático recompuso su producción de proteína animal.
"China avanzó con los cerdos, resolvió lo de la peste y está produciendo más carne, además de haber ganado otros países proveedores como Colombia, y haber aumentado las fábricas que tiene en Brasil. A Argentina lo tiene un poco castigado, se ve que no son inocuas algunas declaraciones políticas. Hay entre 10 y 12 fábricas que no terminan de habilitar", concluyó Schiariti.
"Para ser claro, esto mejora el tipo de cambio que reciben los exportadores. Se va a traducir en un aumento de ingreso de divisas para los que vendan al exterior", dijo el dirigente sectorial.
¿Suben los precios?
Según CICCRA, el consumo de carne por habitante se ubicó en torno a los 48 kilos al año en junio de 2024. Esto representa una caída del 10,4% respecto de un año atrás. En el promedio de los primeros seis meses del año, el consumo está en 44,7 kilos promedio por habitante al año, un 16,7% menos que en el mismo período de 2023.
Las retenciones bajaron en cortes que van a China, lo que les mejora la competitividad. Algunos plantean que los precios pueden aumentar en el mercado interno porque las vacas A y B se consumen dentro del país. A esto se suma el bajo nivel de faena actual, que puede hacer que esas vacas se vuelquen al exterior.
Sin embargo, Chiesa descree que eso ocurra porque el propio mercado lo va a ordenar y agregó: "No creo que haya traslado al mercado interno, primero porque los precios vienen muy atrasados porque la gente no tiene plata y no puede convalidar precios. Pero, por otro lado, lo que más compra China es C, D y E, porque tienen menor nivel de grasa, a diferencia de las A y B".
Schiariti sostuvo que cree que el efecto en el mercado interno por la baja de retenciones va a ser marginal porque el 70% de la producción argentina se consume en el país.
También se mostró desconfiado de que el productor que se dedica a la cría vaya a cambiar su producción porque el exportador pague un poco más por las vacas, aunque sí abrió la posibilidad de que el criador de feedlot pueda volcar más animales a ese mercado, aunque reiteró: "No creo que vaya a traducirse en una liquidación de vientres, no da la sensación de que los productores vayan a vender fuertemente las vacas de cría".
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