Secretos para ganar, perdiendo un millón de dólares

En una nueva jugada audaz, Noblex apostó a doble o nada: si nuestra Selección de Fútbol se consagraba Campeón del Mundo en Qatar 2022, devolvía a sus clientes lo que habían pagado por su TV nueva. Ganó Argentina, y la marca también.

Lo volvimos a hacer.

Volvimos a ser Campeones del Mundo: conseguimos nuestra tercera estrella después de 36 años.

Y desde Noblex, volvimos a sacudir las redes, las sociales y las de los arcos. Porque otra vez gestamos una campaña asociada al deporte nacional por excelencia que quizás marque un nuevo hito, no solo en la publicidad y el marketing sino en el vínculo de una marca con sus consumidores a partir de uno de los amores más profundos que tienen los argentinos: la pasión por el fútbol.

Con la camiseta celeste y blanca todavía tatuada en la piel, con toda la emoción de esta victoria que es el cierre de un certamen deportivo y también muchísimo más que eso, me gustaría compartirte cuáles fueron algunos ejes en los que nos apoyamos para construir este nuevo golazo que fue la promo Paga Dios.

Tener una estrategia de largo plazo

Es vital administrar con paciencia. Nosotros lanzamos la promoción para las compras de TVs de 65" y 75" realizadas el 30 de octubre. Para entonces, ni siquiera estaba definido el plantel que iba a conformar la Selección y obviamente faltaba mucho para el inicio del Mundial. Los frutos no son automáticos, hay que saber esperarlos.

Animarse al riesgo

Tal como explico en mi libro "Domar el riesgo", es crucial mirarlo como aliado: hay que saber cómo hacerlo socio de nuestras ideas. A través del peso creciente de las redes sociales, los consumidores dejan bien en claro que quieren marcas que tomen posición con valentía. Y para destacarnos tenemos que sumarle riesgo, y su adecuada gestión, a nuestros proyectos.

Asociarse a un resultado deportivo

Por supuesto que aquí también había implícito un riesgo. Era más seguro, dirán algunos, optar por una campaña clásica, un descuento, algún otro beneficio acotado. Pero para ser campeón hay que ganarles a todos, y para trascender, también.

Ser sponsor de los valores de la Selección

Este equipo transmite, desde sus jugadores y su cuerpo técnico, valores cruciales en lo deportivo que son aplicables a la vida cotidiana. El respeto, la resiliencia, el trabajo en equipo, el tesón y el sacrificio son algunas de las enseñanzas que predican con el ejemplo. Y para una marca, asociarse a esos preceptos, que para muchos lucen antiguos cuando en realidad son eternamente válidos, solo puede deparar satisfacciones.

Generar cercanía y confianza

La marca supo interpretar a qué ritmo latía el corazón del hincha que todos los argentinos llevamos dentro, y lo maltrecho que estaba después de décadas de frustraciones. Una marca que empatiza con esa ilusión desde un lugar de par, como lo hicimos con el personaje de El gerente de Noblex, tiene ganada la complicidad de su audiencia.

Convicción para soportar las críticas

Siempre estuvimos seguros. Desde el momento en que aprobamos esta campaña deseábamos perder. No por losers sino porque era lo mejor que nos podía pasar: poner en juego un millón de dólares iba a ser el costo por haber vivido la experiencia de ver a un país feliz. Era negocio.

Tocar las fibras más íntimas de los argentinos

En el torneo de las pasiones nacionales, el fútbol gana pero hay un subcampeón: el amor de los argentinos por ahorrar dinero, aprovechar ofertas y hacer rendir la plata. Unir ambos motores potenció la expectativa.

Pensar una propuesta comercial irresistible

A veces para avanzar hay que dar un paso atrás y tomar envión. En este caso sentimos que nos íbamos a hacer fuertes y distintos, es decir, relevantes, invirtiendo en un salto audaz. Nos dio satisfacción contar con la complicidad de la gente, que confió en las posibilidades de la Selección y eligió la propuesta de la marca. A los clientes les pareció atractiva porque, en verdad, lo era. Si la celebración de ser Campeones del Mundo se completaba con ganar una mega TV, teníamos la posteridad garantizada: ese cliente jamás se olvidará de Noblex. Y los que no compraron esa tele, tampoco.

Quedó demostrado en el Mundial de Qatar que un camino sólido y exitoso como el construido por la Selección Argentina de fútbol es un plato altamente elaborado que no se puede cocinar de manera improvisada.

De nuestra parte, el aporte de una campaña que tiene el potencial como para ser, de nuevo, caso de estudio en las principales universidades del mundo tampoco se iba a hacer en un golpe de horno: es una receta que lleva tiempo, dedicación y algunos ingredientes que acabo de compartirles.

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