La Argentina es competitiva, los argentinos lamentablemente no
Una familia argentina necesitó $ 250.000 en julio para no ser pobre. Julio no marca el mes de la devaluación de más del 20% del dólar oficial ni tampoco la inflación producto de esa medida. Es decir, para agosto, se van a necesitar mayores ingresos para comprar lo mismo que en julio, una meta difícil de alcanzar si no hay una recomposición de los ingresos. La Argentina tiene números de pobreza que rondan el 40%.
Las causas de la pobreza son variadas. Pero hay un punto en el que los países con altos índices de pobreza deben analizar. Las disparidades sociales y educativas generan mayor concentración de riqueza para una parte de la sociedad. Esto hace que en los países con menos recursos, los que menos tienen terminen estando cada vez peor. La Argentina se parece más al resto de Sudamérica que hace 30 años. Crece el número de pobres, crece la inseguridad y también crece la incompetencia producto de una educación en decadencia.
En ese contexto parece lógico que los más pobres sientan que cada vez están peor. A la clase media le pasa algo similar, porque se va de vacaciones y tiene acceso a mayor cantidad de servicios, pero gasta y mucho en roles que antes cubría el Estado.
Los sectores más acomodados viven con acceso a todo lo que necesitan pero tampoco viven tranquilos en la Argentina. El resultado de ese combo es el desencanto social. Por eso, la poca esperanza se renueva en cada elección.
En muchas ocasiones resultan peligrosos los candidatos que presentan "soluciones mágicas". Ese tipo de soluciones generan como contracara grandes frustraciones cuando nada o muy poco de lo prometido "por el candidato mágico" se convierte en realidad.
Hay más. Las "soluciones mágicas" suelen confundir. Un ejemplo está asociado a pensar que toda la sociedad es competitiva y que tiene posibilidades de conseguir empleos buenos y progresar.
Para competir de igual a igual la Argentina de la Generación del '80, la de liberales y conservadores y que tenía como referentes a Domingo Faustino Sarmiento, Julio Argentino Roca, Miguel Juárez Celman y Carlos Pellegrini, diseñó un plan de educación que fue sinónimo de progreso e igualdad en la Argentina. La educación pasó a ser pública, gratuita, laica y obligatoria. Por estos días vuelve la pregunta recurrente sobre los gastos del Estado. ¿El Estado en 1880, gastó o invirtió? Lo que se debe corregir en todo caso es el mal gasto del Estado.
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