Energía

¿El sector refugio para 2025?

Con un rendimiento explosivo superior al 5% en lo que va de 2025, las acciones de energía han tomado la delantera frente al S&P 500. ¿Qué puede pasar?

Comencemos por el gráfico del petróleo:

El petróleo arrancó el año con una suba del 9%, en medio de un clima incierto para los principales índices (S&P 500, Nasdaq, Dow Jones, Russell), que están en rojo.

De hecho, el sector de energía (XLE) es el que lidera el ranking del año, con una del 6,5%:

Recordemos que el regreso de Donald Trump a la presidencia podría ser otro catalizador importante para el sector energético. Su postura pro-independencia energética y desreguladora favorece tanto a los productores de petróleo y gas como a los inversores. Durante su mandato anterior, Trump impulsó medidas para expandir la producción de combustibles fósiles, y no sería raro esperar una estrategia similar.

Este enfoque también resalta una tensión estructural en el mercado energético. La narrativa del cambio climático ha frenado la inversión en energías tradicionales y las renovables aún no pueden (y probablemente nunca puedan) satisfacer completamente la demanda global. Esta combinación de poca oferta y alta demanda podría mantener los precios del petróleo elevados, beneficiando a los participantes del sector.

La suba del petróleo no solo impacta al sector energético; también tiene ramificaciones significativas para la economía en general. Esto podría complicar los planes de la Reserva Federal, que podría verse obligada a mantener tasas de interés más altas durante más tiempo, limitando el crecimiento en otros sectores.

Veamos la relación entre el petróleo (línea negra, eje derecho) e inflación (línea roja, eje izquierdo):

Históricamente, la inflación elevada tiende a perjudicar a industrias como la tecnología, donde las valoraciones están más vinculadas al crecimiento futuro. Tengamos en cuenta que estas acciones además tienen valuaciones "caras". Del mismo modo, los sectores sensibles a las tasas de interés, como Real Estate y consumo discrecional, podrían enfrentar un 2025 difícil si la tasa sigue subiendo.

A pesar de su fuerte inicio, el sector energético no está exento de riesgos. La política de la OPEP, que ha retrasado aumentos en la producción, podría cambiar rápidamente, inundando el mercado con oferta adicional y presionando los precios a la baja. Asimismo, las tensiones políticas y regulatorias a nivel global podrían agregar volatilidad.

Sin embargo, para los inversores que buscan refugio en un año incierto, las energías tradicionales ofrecen un buen potencial y cierta cobertura frente a la inflación.

Instrumentos como el ETF XLE o acciones específicas del sector podrían ser opciones atractivas para aprovechar esta narrativa.

Veamos el rendimiento de XLE desde 2024, en comparación con tres acciones energéticas que brillaron:

Es importante destacar que el XLE tiene una alta concentración en dos empresas: Exxon Mobil y Chevron que, juntas, representan el 38% del fondo. Obviamente tiene menor volatilidad en comparación a invertir en acciones individuales.

Acciones destacadas del gráfico:

- TPL (Texas Pacific Land Corp): Se dedica a la gestión de tierras, regalías petroleras y el negocio de agua en Texas, principalmente en el Permian Basin.

- TRGP (Targa Resources Corp): Empresa especializada en infraestructura de gas natural y líquidos de gas natural (NGL).

- DTM (DT Midstream): Proveedor de infraestructura de transporte y almacenamiento de gas natural.

Hoy en día, en una cartera diversificada, el sector energético debe ser un participante activo.

Nota: El material contenido en esta nota NO debe interpretarse bajo ningún punto de vista como consejo de inversión o recomendación de compra o venta de un activo en particular. Este contenido tiene fines únicamente educativos y representa únicamente una opinión del autor. En todos los casos es recomendable asesorarse con un profesional antes de invertir.

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