El nuevo valor inmobiliario: el acceso a la energía define
El valor de una propiedad en el futuro dependerá no sólo de su ubicación geográfica, sino también de su capacidad de acceso y gestión energética.
Cada revolución tecnológica ha redefinido el valor del mercado inmobiliario. Desde la Revolución Agrícola hasta la Era de la Información, los avances cambiaron nuestra relación con la tierra y las construcciones. Ahora, en la Era de la Inteligencia Artificial (IA), las propiedades inmobiliarias están redefiniendo su potencial en función de su disponibilidad con la energía y la tecnología.
En un contexto global donde la IA llegó para quedarse y está penetrando todos los sectores productivos, es importante atender su apetito insaciable por la energía. Los centros de datos que soportan las aplicaciones de la IA son significativamente más densos y consumen más energía que los centros de datos convencionales: un centro de datos puede consumir hasta 50 veces más energía por metro cuadrado que una oficina comercial. Por ejemplo, entrenar un modelo como Chat-GPT3 consume tanta energía como una persona transmitiendo Netflix durante 185 años, y una consulta de IA es diez veces más intensiva en energía que una búsqueda en Google.
Las propiedades con mejor potencial de energía renovable o mejor conectividad a la red podrían volverse más valiosas. Evaluar las características de una propiedad será entonces crucial para inversores y desarrolladores.
Aunque los centros de datos representan actualmente sólo entre el 2% y el 3% del consumo total de energía, se espera que esa cifra se duplique en los próximos cuatro años. Y la construcción de estos centros de datos creció siete veces en los últimos dos años, lo que plantea preocupaciones sobre la capacidad de nuestras infraestructuras energéticas para soportar esta creciente demanda.
Este aumento en la demanda energética de la IA coincide con otras megatendencias que también requieren más electricidad. Actualmente, hay un esfuerzo masivo para reubicar la manufactura en los Estados Unidos -principal consumidor de energía del mundo-, especialmente en sectores como la producción de baterías y paneles solares. Estas instalaciones son menos intensivas en mano de obra, pero más demandantes en energía debido a su automatización.
Se necesitará construir una cantidad masiva de nueva infraestructura y, hasta que eso suceda, la energía seguirá siendo una restricción clave. Esto significa que, en la Era de la IA, la disponibilidad y la capacidad de la red eléctrica también influirán significativamente en el desarrollo inmobiliario.
Además, el transporte electrificado está en auge y un porcentaje cada vez mayor de vehículos es eléctrico, lo que incrementa la demanda de estaciones de carga y de energía eléctrica. Asimismo, la electrificación de edificios también está ganando cada vez más terreno.
Estas tendencias aumentan la presión sobre nuestra infraestructura energética a nivel mundial y subrayan la necesidad de producir y transmitir más energía que nunca. Sin embargo, aunque existe el deseo de construir más infraestructuras energéticas, no se está avanzando lo suficientemente rápido. Los desarrolladores de energía tienen más proyectos propuestos que nunca, pero menos del 20% de esas iniciativas se terminan concretando. Muchas de ellas esperan años por aprobaciones y nunca comienzan la construcción debido a dificultades en permisos e interconexiones, entre otras cuestiones.
La construcción de líneas de transmisión es esencial para mover la energía a donde se necesita, pero paradójicamente, se están construyendo menos líneas cada año. Esto afecta tanto a los proyectos de energía que no pueden concretarse como a los consumidores de energía -los centros de datos-, que también enfrentan largas esperas para la interconexión.
El valor de una propiedad en el futuro dependerá no sólo de su ubicación geográfica, sino también de su capacidad de acceso y gestión energética, en un contexto donde su disponibilidad se convierte en un factor crucial.
No hay una solución mágica a corto plazo. Se necesitará construir una cantidad masiva de nueva infraestructura y, hasta que eso suceda, la energía seguirá siendo una restricción clave. Esto significa que, en la Era de la IA, la disponibilidad y la capacidad de la red eléctrica también influirán significativamente en el desarrollo inmobiliario.
Competencia
Los proyectos inmobiliarios competirán entre sí por la capacidad energética, lo que podría hacer que iniciativas inicialmente rentables se vuelvan inviables debido a los retrasos. Además, el uso óptimo de la tierra podría cambiar dependiendo de sus atributos energéticos. Las propiedades con mejor potencial de energía renovable o mejor conectividad a la red podrían volverse más valiosas. Evaluar las características de una propiedad será entonces crucial para inversores y desarrolladores.
También es probable que veamos un incremento en el uso de micro redes: sistemas eléctricos independientes que pueden operar desconectados de la red principal. Grandes desarrollos podrían incorporar generación de energía y almacenamiento para evitar las demoras asociadas con las interconexiones públicas. Esto podría conducir a más infraestructuras eléctricas "privadas" gestionadas por entidades particulares.
Para el sector inmobiliario, también es una buena oportunidad para readaptar sus estrategias de acuerdo a estos desafíos actuales, teniendo en cuenta que esto puede significar un momento conveniente para adquirir tierras y propiedades con ventajas energéticas en el futuro, a mediano y largo plazo.
La tecnología juega un papel clave en abordar estos desafíos. Por ejemplo, compañías que proporcionan datos y gestión de riesgo relacionados con la interconexión energética pueden ser valiosas para propietarios e inversores. Otras pueden ayudar a optimizar el uso de energía en carteras inmobiliarias o facilitar la gestión de activos distribuidos.
Entonces, el valor de una propiedad en el futuro dependerá no sólo de su ubicación geográfica, sino también de su capacidad de acceso y gestión energética, en un contexto donde su disponibilidad se convierte en un factor crucial.
Oportunidades
Por su parte, es importante destacar que en el caso de la Argentina tenemos una gran oportunidad en este sentido al contar con un establecimiento como Vaca Muerta, que tiene todas las condiciones necesarias para establecerse como un polo energético-tecnológico seguro que puede contribuir al crecimiento de los sectores productivos de manera eficiente en el corto y mediano plazo.
La región patagónica -situada lejos de los conflictos armados globales de la actualidad- reúne valiosas características para establecerse como un nuevo "hub tecnológico" de suministro de energía y poder computacional a nivel mundial. Con vastas reservas de gas natural y uno de los precios más accesibles de la región, además de múltiples iniciativas que exploran otras energías renovables, estamos ante un buen momento para aquellos que buscan nuevas alternativas de desarrollo.
Para aquellos que se dedican específicamente al sector inmobiliario, también es una buena oportunidad para readaptar sus estrategias de acuerdo a estos desafíos actuales, teniendo en cuenta que esto puede significar un momento conveniente para adquirir tierras y propiedades con ventajas energéticas en el futuro, a mediano y largo plazo.
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