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Vuelta a clases: esta es la oración para los estudiantes de Santo Tomás de Aquino

La oración de Santo Tomás de Aquino sigue siendo tan relevante hoy como lo fue en su tiempo, especialmente con el regreso a clases.

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Pocos nombres resuenan con la misma fuerza que el de Santo Tomás de Aquino en el mundo de la fe y de la teología como disciplina. Conocido como uno de los más grandes pensadores de la Edad Media, trascendió a la vida cotidiana de los cristianos, especialmente en su relación con el conocimiento y la sabiduría.

Una de las facetas más entrañables del pensamiento de Santo Tomás de Aquino es su devoción hacia la educación, especialmente en lo que respecta a los estudiantes. En su vida y su obra, Aquino demostró un profundo respeto por el aprendizaje y la búsqueda de la verdad, aspectos que se reflejan en una de las oraciones más conocidas que él mismo compuso: la oración para los estudiantes

Oración para los estudiantes de Santo Tomás de Aquino

 La oración de Santo Tomás de Aquino para los estudiantes no solo es un bello testimonio de su profunda fe y humildad, sino que también es un llamado a todos aquellos que se dedican al aprendizaje a buscar la luz divina en su camino intelectual. 

Según él, la sabiduría más grande no proviene solo de la razón humana, sino de la guía que Dios otorga a quienes lo buscan con sinceridad. 

Oh inefable Creador nuestro,
altísimo principio y fuente verdadera de luz y sabiduría,
dígnate infundir el rayo de tu claridad
sobre las tinieblas de mi inteligencia,
removiendo la doble oscuridad con la que nací:
la del pecado y la ignorancia.
¡Tú, que haces elocuentes las lenguas de los pequeños,
instruye la mía, e infunde en mis labios la gracia de tu bendición!
Dame agudeza para entender, capacidad para retener,
método y facilidad para atender, sutileza para interpretar
y gracia abundante para hablar.
Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar¡Oh Señor! Dios y hombre verdadero, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 

En la actualidad, esta oración sigue siendo una fuente de inspiración para estudiantes y académicos, pues ofrece una perspectiva única sobre el verdadero propósito del estudio

En un mundo cada vez más orientado hacia el conocimiento técnico y utilitario, la oración de Santo Tomás nos recuerda que el verdadero conocimiento tiene un componente espiritual y moral que debe ser cultivado con humildad y devoción en pos de nuestro crecimiento.

¿Quién fue Santo Tomás de Aquino?

Santo Tomás de Aquino (1225-1274) fue un filósofo y teólogo italiano, considerado uno de los más grandes pensadores de la Edad Media y uno de los más influyentes en la historia del pensamiento cristiano. Nacido en Roccasecca, un pequeño pueblo en el Reino de Nápoles, Tomás provenía de una familia noble, pero decidió ingresar a la Orden de San Benito y luego a la Orden de los Dominicos, a pesar de las objeciones de su familia.

A lo largo de su vida, Santo Tomás desarrolló un enfoque único que combinaba la fe cristiana con la razón humana, utilizando la filosofía aristotélica para explicar y sistematizar las doctrinas cristianas. Esta aproximación le permitió integrar las enseñanzas de la Iglesia con las ideas filosóficas de la Antigua Grecia, lo que fue una contribución fundamental al desarrollo de la escolástica, la corriente filosófica y teológica que dominó la enseñanza medieval.

La obra más importante de Santo Tomás: la Summa Theologica

El legado de Santo Tomás de Aquino se centra principalmente en su vasta producción escrita, siendo su obra más conocida y trascendental la "Summa Theologica". Esta obra monumental trata de manera exhaustiva temas de teología y filosofía, organizados de manera sistemática. 

En ella, Aquino abordó cuestiones fundamentales como la existencia de Dios, la naturaleza del hombre, la moralidad, los sacramentos y la vida eterna, entre otros. La "Summa" busca armonizar la fe con la razón, uniendo las enseñanzas cristianas con las verdades filosóficas universales.

Su influencia y legado

Santo Tomás de Aquino ha sido una figura clave en la historia del cristianismo y la filosofía. Fue canonizado como santo en 1323 por el Papa Juan XXII, y en 1568, el Papa Pío V lo proclamó Doctor de la Iglesia. Su pensamiento ha sido tan influyente que, durante el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica reafirmó la importancia de su obra y pensamiento.

La teoría de los cinco caminos que Aquino presentó para demostrar la existencia de Dios, sus escritos sobre la ley natural y su interpretación de la relación entre fe y razón continúan siendo fundamentales para la filosofía y la teología contemporánea. De hecho, su enfoque ha sido adoptado y respetado tanto por filósofos cristianos como por aquellos de otras tradiciones intelectuales.

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