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Eclipses artificiales en el espacio: Proba-3 y su avance científico sin precedentes

Proba-3 abre una nueva era para la astronomía al permitir la observación extendida de la corona solar, desafiando los límites de los eclipses naturales.

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La misión Proba-3, marca un hito en la investigación espacial donde los satélites europeos tienen como objetivo crear eclipses solares artificiales de seis horas, permitiendo a los científicos estudiar la corona solar durante un periodo mucho más largo que los pocos minutos que ofrece un eclipse natural. 

Este avance será un punto de inflexión en el estudio del Sol y su atmósfera externa, un área de gran relevancia para la ciencia espacial.

Satélites en vuelo en formación: precisión milimétrica para generar eclipses

El componente clave de la misión Proba-3 es la formación de vuelo de los dos satélites: uno bloqueará la luz solar, proyectando una sombra precisa sobre el telescopio del otro satélite. 

Este proceso, que requiere una alineación milimétrica, se llevará a cabo mediante el uso de tecnología avanzada como GPS, láseres, rastreadores estelares y enlaces de radio. La distancia entre ambos satélites será de solo 150 metros, y el margen de error permitido es de solo 1 milímetro, lo que hace de esta misión una proeza en términos de precisión y autonomía.

Proba 3: un avance sin precedentes en la ciencia solar.

Cambia la ciencia y se abren nuevas oportunidades para estudiar la corona solar

La misión Proba-3 tiene implicaciones científicas significativas. Con más de 1.000 horas de observación previstas a lo largo de su duración de dos años, los científicos podrán estudiar fenómenos solares que hasta ahora eran inaccesibles.

Uno de los principales objetivos es investigar las eyecciones de masa coronal, que pueden afectar las comunicaciones en la Tierra y causar tormentas geomagnéticas. Además, se espera resolver el enigma de por qué la corona solar es mucho más caliente que la superficie del Sol, un misterio que ha desconcertado a los científicos durante años.

Más de 1.000 horas de eclipses para estudiar fenómenos solares

A lo largo de la misión, que cuenta con un presupuesto de 210 millones de dólares (199 millones de euros), se generarán eclipses solares al menos dos veces por semana, cada uno con una duración de seis horas. 

Esto proporcionará un tiempo de observación significativo que supera con creces el tiempo disponible durante un eclipse natural. Además de los eclipses, los satélites también se dedicarán a experimentos de vuelo en formación, lo que permitirá a los científicos obtener datos únicos sobre el Sol y otros fenómenos astronómicos.

A medida que la ciencia y la tecnología avanzan, es probable que la misión Proba-3 sea solo el comienzo de una nueva era en la investigación solar y espacial.

El futuro de la investigación solar: más allá de la misión Proba-3 

La misión Proba-3 no solo abre nuevas posibilidades en la exploración solar, sino que también marca un avance importante en la tecnología de vuelo en formación. 

Este éxito sentará las bases para futuras misiones espaciales que podrían utilizar esta tecnología para estudiar otros cuerpos celestes, como exoplanetas y estrellas distantes. 

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