Una investigación científica confirmó cuál es la mejor dieta para cuidar el cerebro y prevenir el Alzheimer
Seguir este patrón alimentario específico podría ser fundamental para proteger la salud del cerebro y prevenir el Alzheimer.
Una investigación científica llevada a cabo por Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid confirmó cuál es la mejor dieta para cuidar el cerebro y prevenir el Alzheimer.
El estudio revela cuáles son los alimentos que ayudan a mantener la salud cerebral a lo largo de los años, mostrando cómo una dieta adecuada puede ser una herramienta clave para prevenir el Alzheimer.
¿Cuál es la mejor dieta para cuidar el cerebro y prevenir el Alzheimer?
La investigación, que incluyó a 179 adultos de entre 41 y 81 años, identificó la dieta DASH como una de las más efectivas para mantener la salud cerebral y reducir el riesgo de Alzheimer.
Según un artículo de Cuídate Plus, al analizar los hábitos alimenticios y la adherencia a este patrón dietético, los científicos encontraron que aquellos con menor seguimiento de la dieta DASH mostraron menor actividad en áreas del cerebro clave, como el precúneo, el hipocampo y las zonas mediales frontales, que están relacionadas con la red neuronal por defecto.
Esta red, que se activa durante tareas mentales internas como recordar o imaginar, se ve afectada de manera temprana en la enfermedad de Alzheimer.
Alejandra García Colomo, investigadora del Departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia de la UCM, señala:
"Este resultado tiene una gran importancia, ya que supone que aumentar la adhesión a este tipo de patrón dietético puede favorecer un buen funcionamiento cerebral en gente sana y, potencialmente, incluso prevenir el deterioro del cerebro".
¿Qué alimentos incluye la dieta para cuidar el cerebro y prevenir el Alzheimer?
La dieta DASH, que guarda muchas similitudes con la dieta mediterránea, promueve una alimentación rica en:
- Frutas y verduras: fundamentales para una nutrición equilibrada.
- Frutos secos y cereales integrales: fuentes de grasas saludables y fibra.
- Legumbres, pescado y carnes blancas: opciones proteicas más saludables.
- Lácteos descremados: preferidos sobre los lácteos enteros para controlar la presión arterial.
A su vez, limita el consumo de grasas saturadas, ultraprocesados, carnes rojas, bebidas azucaradas y alcohol. Uno de los puntos clave de esta dieta es la reducción del consumo de sal y la preferencia por lácteos descremados en lugar de enteros, lo que ayuda a controlar la presión arterial.
Además, se destacan los alimentos ricos en calcio, potasio, magnesio y fibra, que, al combinarse, contribuyen a mantener la presión arterial en niveles saludables, lo cual es esencial para la salud cerebral.
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