El té de cúrcuma ganó popularidad en los últimos años por sus propiedades medicinales. Esta simple y deliciosa infusión, que podés preparar en casa de forma práctica para aprovechar sus máximos beneficios, es de las más consumidas por las noches.

Esta bebida milenaria, reconocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, permite sumar grandes beneficios para tu salud de forma rápida, sencilla y es ideal para tomar por las noches. 

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Por qué tomar té de cúrcuma por las noches

El mundo de las infusiones es muy amplio y, entre las diferentes variedades, emerge la opción del té de cúrcuma, que se convirtió en una opción atractiva para disfrutar antes de dormir debido a su suave impacto en el sueño. Esto la hace ideal para relajarse antes de acostarse. 

Además, su consumo nocturno puede contribuir significativamente a la salud hepática y al funcionamiento intestinal al día siguiente, según destacaron expertos en salud en el portal Mejor con Salud. 

Sin embargo, es importante tener en consideración ciertos grupos que deben abstenerse de consumir la infusión de cúrcuma:

• Mujeres embarazadas.
• Niños.
• Personas con afecciones en la vesícula.
• Adultos con desequilibrios hormonales.

Para obtener los máximos beneficios, se sugiere limitar el consumo a dos o tres tazas al día, preferiblemente después de las comidas para mejorar la digestión y reducir la formación de gases. 

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Té de cúrcuma: cómo prepararlo

La preparación del té de cúrcuma es sencilla y rápida, y requiere de pocos ingredientes que seguramente ya tenés en tu cocina.

Ingredientes

• 1 cucharada de cúrcuma en polvo
• 4 tazas de agua
• 1 cucharada de jugo de limón o jengibre rallado
• Miel a gusto

Paso a paso

• Poné a hervir agua en una olla.
• Agregá la cúrcuma en polvo y mezclá bien.
• Dejá que la mezcla hierva a fuego lento durante aproximadamente 15 minutos para que los sabores se mezclen adecuadamente.
• Retirá la olla del fuego y colá el té para eliminar cualquier residuo de cúrcuma.
• Serví el té en tazas individuales.
• Agregá miel a gusto para endulzar.
• También podés añadirle un toque de jugo de limón o jengibre rallado para potenciar su sabor. 

Antes de realizar o modificar un plan alimenticio, se recomienda consultar con un especialista.